sábado, 15 de abril de 2017

(SinRin) Dear Diary -Mini Serial- Capítulo 4 [FINAL]


          Notas: ¡Hola a todos! El final del mini serial está aquí. Ha sido muy cortito, lo sé. Pero esta pequeña historia ha sido como una "prueba" para saber que impacto tenía una pareja de GFRIEND. Es decir, pasa saber si os gusta o no, y hacer más historias con ellas o no. Eso depende de vosotros y lo que me digáis en los comentarios (?). ¡Espero que os haya gustado la historia!


          18 febrero 2016.

          Después de tener unos años de tranquilidad, descanso y cosas buenas, hoy ha sido un día muy extraño. Y es que después de tantísimo tiempo, me he encontrado con Yerin. Y ha sido una situación que menos esperaba vivir en algún momento de mi vida.

          Ahora que estoy en la universidad he aprendido muchas cosas, como el hecho de que debo aceptar como soy. Si me gustan las mujeres, tengo que aceptarlo y no se hable más. De eso hace tiempo que lo tengo asumido. Sobre todo cuando al llegar a la universidad descubrí que yo no era la única.

          Tuve la suerte de encontrar chicas a las que yo le gustaba. Lo mejor, es que podía enrollarme con ellas sin problemas. Ni ellas tenían sentimientos por mí, ni yo por ellas. Nuestros encuentros furtivos eran entre clases y clases, incluso a veces fuera de la universidad, y poco más.

          ¿Y por qué cuento esto? Para llegar al momento en el que me he encontrado con Yerin. Lo cierto es que hay algunas chicas nuevas que me hacen ojitos. Una de ellas se ha atrevido a acercarse a mí y no he podido resistirme a sus encantos. Hemos acabado en el baño besándonos como dos desesperadas. La chica besa bastante bien, lo cierto.

          Sin embargo, cuando hemos acabado, y aún con el pelo alborotado y la ropa descolocada, al salir casi me doy de bruces con Yerin.

          “Oh, lo siento” alcancé a decir junto con una leve inclinación de disculpa antes de cruzarme con sus ojos. Ha cambiado bastante desde la última vez que vi. Al ver su mirada supe al momento quien era ella, sigue bastante hermosa. Como siempre lo ha sido.

          “No pasa nada ¿te conozco?” años atrás su pregunta me hubiese dolido, pero me he sorprendido a mí misma al descubrir que no sentía nada. Sobre todo cuando le mentí. “No, no creo que nos conozcamos de algo. No suelo olvidar una cara bonita.” Fui capaz de guiñarle un ojo e irme.

          Sentí su mirada a lo largo del pasillo mientras me alejaba y lo cierto es que me importaba muy poco. La vi como sorprendida cuando me vio. Por un momento creí que me habría reconocido, pero nada de eso. Sigue siendo la misma Yerin que ni tan siquiera se acuerda de alguien que estudió con ella, a quien amargó y que luego intentó ayudarla.

          Ahora tenía otras prioridades, a las que le daba más importancia. Como por ejemplo mis estudios. Eso era lo que me traía de cabeza ahora. Por ejemplo, ahora mismo debería estar estudiando en vez de hacer esto… Aunque tenía la necesidad de narrar mi encuentro con Yerin ya que básicamente dediqué este diario a ella. Diario que encontré el otro día de casualidad.

          Uff. Estuve echándole un vistazo a todo lo que escribí y si me dieran la oportunidad de viajar en el tiempo, lo haría solo para darme un golpe en la cabeza para ver si se me recolocaban bien las neuronas ¿Cómo podía ser tan estúpida y aguantar tanto?

          Mi yo de hace unos años era patética, lo he comprobado. Pero bueno, culparé a la edad y ahora que he madurado un poco más he enderezado mi vida. Tan solo deseo que la vuelta de Yerin a mi vida no me haga salir de mi camino.


          25 febrero 2016.

          Estas cosas solo me suceden a mí. Cuando más quería acercarme a Yerin, no existía para ella. Y ahora que no quiero saber nada, parece que me persigue. A todos lados a los que voy me la encuentro ¡y siempre la pillo mirándome fijamente! Ni siquiera aparta la mirada cuando se da cuenta que sé que me está mirando. Es una descarada.

          Lo peor ha sido hoy, que incluso se ha acercado a mí para hablarme. Al parecer, después de pasar tanto tiempo observándome, ha deducido quien soy.

          “Lo siento” me murmuró cuando se me acercó en el pasillo mientras yo recogía algunas cosas de mi taquilla. “¿Por qué lo sientes?” fue lo único que dije. Tampoco es que supiera en ese momento a lo que se refería exactamente.

          “Por todo.” La miré sin entender nada. Lo cierto es que yo ya había perdido todas las esperanzas con ella, así que no me esperaba ya nada, y mucho menos lo que me dijo. Se adelantó a seguir hablando cuando vio que yo no la estaba siguiendo.

          “Puede que te estés preguntando que a qué viene todo esto o que estoy loca, pero sé quién eres. Hombre, aquí se sabe ya que al parecer eres algo famosa entre las chicas… Pero yo te conozco desde hace muchos años, eras una de las chicas que iba a clase conmigo.” Algo en mi corazón de alteró ¿acaso se acordaba de mí? ¿De todo lo que hice por ella? ¿Entonces sí que sabía de mi existencia? Preguntas que en unos segundos se formularon en mi cabeza y que no sé para qué me las hice, si resulta que todo era una farsa. “No sé qué te hice exactamente, pero te he reconocido y por la forma en la que me miraste, con esa indiferencia, es que en su momento te hice daño. Lo siento.”

          Prefería que Yerin ni me hablase, y menos si era para hacerme daño. Está claro que lo ha hecho de corazón, notaba el arrepentimiento en su voz, pero solo conseguía que me doliera cuando yo pensaba que nada podría causarme dolor.

          “No tienes que disculparte de nada.” Fue lo único que dije con una mediana sonrisa. La verdad es que a pesar de no olvidar nada o de que me duela, había perdonado todo debido a que sabía que Yerin era así por protegerse a sí misma. La justificaba de esa manera, aunque no debería.

          “Lo hago porque siento que he sido una mala persona y no quiero que nadie me tenga rencor ni nada similar.” Y la vi sonreír. Justo en ese momento me di cuenta que Yerin estaba haciendo todo eso por quedar bien, no porque lo sintiera de corazón.

          Quise echarme a reír en su cara, pero me tuve que contener. Yo no era como ella. “Mira, no te tienes que preocupar por nada. Y tampoco tienes que ir pidiendo perdón a una persona que ni tan siquiera recuerdas su nombre.” Creo que mis palabras fueron muy duras, pero era lo que sentía en ese momento.

          Yerin no se atrevió a responderme y yo me marché. Estoy muy triste por como ha sucedido todo, por cómo ha acabado, pero así ha sido.


          30 marzo 2016.

          Estos últimos días, cerca un mes creo, han sido los más extraños de toda mi vida. No he dejado de encontrarme con Yerin en todos lados. Es algo como si me hubiera estado siguiendo para encontrarnos a posta.

          La veía a la hora de comer, a la hora de entrar en algunas clases, en los pasillos… Incluso a veces no podía acercarme a otra chica buscando un momento de intimidad sin que antes no estuviera Yerin por allí. Y lo peor ha sucedido esta tarde.

          Pero antes, comentaré algunas situaciones que me han llevado a pensar que ha estado poniéndose al día con quien soy. Ya se sabe de memoria mi nombre completo, además ya recuerda misteriosamente cuando comencé a dar clases con ella hace años. Hace unos días estuvo suplicándome perdón de rodillas por todo el mal tiempo que me estuvo haciendo pasar.

          Y hace un día estuvo empeñada en hablar conmigo respecto a cuándo intenté ayudarla porque su queridísimo novio la dejó. A mí de poco me interesaba volver a sacar el tema, pero Yerin insistió tanto que acabamos después de clase en la cafetería charlando.

          Se disculpó una vez más. Me confesó que estaba tan cabreada que no sabía ni lo que estaba diciendo. Y lo más extraño, es que volvió a pedirme perdón, pero esta vez por no acordarse de mí.

          Diría que ha cambiado mucho, ya no es la Yerin dura y superficial que conocí en su día, pero tampoco me fiaba del todo. Y menos mal, porque esta tarde me ha tocado vivir un numerito de novia celosa ¡y ni siquiera es mi novia!

          Con un poco de suerte, hoy había tenido un momento de tranquilidad. Yerin parecía ocupada con el proyecto de alguna asignatura así que me fui en busca de Yuju, una de las chicas de la universidad que siempre está dispuesta a enrollarse conmigo sin ningún compromiso, como a mí me gusta.

          Todo iba muy bien. La chica besa de escándalo. Intuía que tenía ganas de llegar a más, aunque no se atrevía conmigo, pero yo disfrutaba hasta del último movimiento que hacía con su cuerpo cuando la besaba o cuando mis dedos le rozaban.

          “¿Pero qué…?” Escuché poco antes de ver como Yerin me separaba de Yuju y se abalanzaba sobre ella. Le tiraba de los pelos descontrolada. Juro que intenté separarlas pero se habían enzarzado completamente. Con un poco de ayuda, lo conseguí. Me llevé a Yerin a parte, necesitaba una explicación. Y me la dio, digo que si me la dio.

          “¿Qué se supone que estás haciendo? ¿Quién eres tú para interrumpirme?” Comencé, cabreada en ese momento. Y como no estarlo si me había cortado el rollo completamente. “¡Es que no puedo ver cómo te besas con esas chicas! ¡Se dejan en seguida besar! ¡Si fuera por ellas…!” Yerin cortó la frase al ver mi penetrante mirada sobre ella. ¿Cómo podía decir eso cuando ella ha hecho todo lo que ha querido y más sin importarle los demás?

          “Lo que yo haga con esas chicas es asunto mío. Tú no tienes que entrometerte en eso.” Murmuré. Me pregunté a qué venía esa actitud ahora conmigo, si nunca le había importado ni lo más mínimo, pero no tardaría mucho en descubrirlo.

          “Ya lo sé, pero me sale solo hacerlo.” Yerin me estuvo manteniendo la mirada durante un rato. “Si tú y yo no somos nada. Ni aunque fueras mi amiga podrías hacer esto que has hecho.” “¡Es que no quiero ser tu amiga!” “¿Entonces a qué viene todo este numerito?” quería una explicación, pues bien, la tuve.

          “¡Pues a que me gustas mucho y los celos me comen por dentro!” Esas fueron sus palabras exactas. Me pillaron por sorpresa y aún lo sigo flipando horas después. Era como algo que siempre quise escuchar pero que ahora no estaba preparada para ello.

          Yerin se me confesó, y no se quedó allí solo. “No puedo evitarlo. Desde que supe que eras muy popular entre las chicas, desde que supe que todas se enrollaban contigo no he podido evitar estar pegada a ti para que no volviera a suceder esto. Por eso, al verlo con mis propios ojos no he conseguido controlar mis celos.”

          “¿Pero celos de qué?” vaya pregunta más tonta hice, pero la hice y no sé cómo. “¡De que me gustaría ser yo esas chicas que están entre tus brazos y no ser una que te ha menospreciado toda la vida!”

          Confieso que en ese momento me quedé sin palabras. Ahora podría ingeniar una buena respuesta, pero me pilló desprevenida. Recuerdo que me sudaban las manos y que quería que la tierra me tragara.

          “Lo siento, no tenía ninguna intención de decirte algo como esto de estas formas.” Yerin se inclinó un poco con la cabeza, pero yo tenía otra cosa en mente “¿Por qué? ¿Por qué ahora resulta que te gusto?”

          “Eso no es del todo cierto…” A pesar de que Yerin lo murmuró tan bajito, yo lo escuché a la perfección. “¿Entonces qué es cierto? Deja este juego a un lado y ve directa al grano, no tengo mucha paciencia.”

          “¿Estás completamente segura que quieres escucharlo?” “¡Sí!” Afirmé con ganas. Ahora no sé si hice bien o no. Tengo muchísimas dudas rondándome.

          “Bueno… En realidad sí que me acordaba de ti en todo momento… Desde el primer año que entraste y me felicitaste en la carrera que organizaba la escuela. Te vi tan buena y sincera, que no he podido perderte de vista. Lo pasé muy mal cuando tuve que irme del instituto…” No podía creer las palabras de Yerin. Era todo una broma para quedar ella bien ahora.

          “¿Pero qué estás diciendo? No te entiendo. En el caso de que eso fuera real ¿por qué me tratarías mal o me ignoraras? Eso no tiene sentido.” “Ya sé que no lo tiene, pero no quería que por el hecho de querer estar contigo, fueras el centro de atención de todos. No es divertido ser una de las más famosas del instituto. Eres el objetivo de todo.”

          “¿Y lo mejor que se ocurrió fue humillarme y que pasara noches enteras llorando para no ir a clase?” “No, pero así me evitaría que te juntaras conmigo.” Sus ojos brillaban. Parecía estar diciendo la verdad y no sé si la creo…

          “No sé si creerte…” Confesé. “No te voy a pedir que lo hagas. Pero yo solo quería protegerte, porque me parecías demasiado buena como para tener que vivir un infierno… Aunque sin quererlo lo he hecho, lo has pasado muy mal por mi culpa sin que quisiera. Una vez más, lo siento.” La imagen de Yerin poniéndose de rodillas ante mí me sigue persiguiendo.

          Cuando la estaba escuchando, sus palabras volaban sin sentido en mi cabeza. Nada tenía sentido, nada parecía real. Incluso ahora, horas después y tranquilamente en mi casa, me cuesta mucho asimilar todo lo que ella me confesó.

          Tal vez esa fuera la Yerin de verdad. Tal vez me estaba contando toda la verdad. Tal vez…

          Pero había sufrido tanto por su culpa que no sería nada fácil para mí. Aunque en el fondo, mi corazón deseaba que me dejara llevar, que le diera una oportunidad a Yerin. Pero ¿y si me arrepiento? ¿Y si todo vuelve a suceder una vez más? ¿Y si se aprovecha de mí y vuelvo a caer en el mismo dolor de siempre?


          21 abril 2016.

          En este tiempo, todo ha dado un vuelco. Las cosas han cambiado radicalmente. Me siento muy bien como estoy. Aunque no estoy segura de cuánto durará estos buenos tiempos en lo que me siento feliz, y con alguien a mi lado. Yerin.

          No sé cómo pasó ni cuándo. Pero de un día para otro, ya paseábamos por los pasillos de la universidad tomadas de la mano. Era muy consciente de que se me había acabado mis escapadas furtivas a los baños con otras chicas, y también lo era de lo mucho que estaba arriesgando al aceptar darle una oportunidad a Yerin.

          Incluso le dije que solo tendría una oportunidad, que no estaba dispuesta a seguir sufriendo por su culpa. Ella me dio su palabra de que no pasaría nada malo, que ahora sería ella completamente. Sin ninguna coraza.

          Creo que entre ninguna de las dos queda alguna rencilla. Ella no me mira mal ni parece estar ocultando nada y yo he optado por confiar en ella. ¿Qué es una pareja si no hay confianza mutua? Tan solo espero que el tiempo se porte bien con nosotras dos y finalmente acabemos consiguiendo que nuestro amor esté por encima de todo.

          Algo me dice que todo saldrá bien en esta ocasión. Que esta vez, es la definitiva para ser feliz por fin.


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5 comentarios:

  1. ¡Este fanfic fue hermoso! Me encanta el SinRin, ojalá sigas escribiendo de ésta pareja, escribes genial.

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    1. ¡Hola!

      Me hace muy feliz que te haya gustado la historia. Me apunto el volver a escribir sobre esta pareja ya que me parecen muy adorables ambas chicas. Y de verdad muchas gracias por comentar. ^^

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  2. Wow que hermoso!
    Espero puedas escribir mas historias de ellas, amo al sinrin ♡♥

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    1. ¡Hola!

      Intentaré escribir algo más de ambas ya que veo que ha gustado la historia. Cuando tenga la idea perfecta para una buena historia, lo haré. ¡Muchas gracias por comentar! ^^

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  3. Wow que hermoso!
    Espero puedas escribir mas historias de ellas, amo al sinrin ♡♥

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