sábado, 18 de febrero de 2017

(YeLu) The Guardian -Serial- Capitulo 7


Notas: ¡De nuevo un capítulo más de este serial? ¿Os está gustando? No sé tengo mis dudas si lo estoy encaminando por donde debería. De todas maneras, espero que lo estés disfrutando y si tenéis algo que decirme o comentarme, los comentarios me gustan mucho (?) 😘


   -No tengo nada de lo que hablar contigo -me incomodaba la mera presencia de Jei, pero la verdad es que sentía curiosidad por lo que tuviera que decirme.

   -Pero es que realmente necesito tu ayuda.

   -¿Y no tienes amigos y esas cosas que te pueden ayudar?

   -Ninguno de ellos me puede ayudar ahora mismo, ni siquiera con este tema en especial pueden hacerlo -Jei estaba asustada. No podía mantenerme la mirada y miraba a todos lados, como si tuviera miedo a que alguien estuviera observándola.

   -¿Qué tipo de ayuda quieres?

   -¿Me vas a ayudar? -sus ojos se abrieron de par en par e incluso le brillaban.

   -Yo no he dicho que vaya a hacerlo.

   -Caolu me dijo que si alguna vez tenía un problema que recurriera a ti, que por su amistad contigo lo harías.

   -¿Qué ayuda necesitas? Me lo dices o te vas. Tú decides.

   -De acuerdo -me fijé como Jei jugueteaba con sus propios dedos por lo inquieta que se encontraba-. Necesito salir fuera de La Guardia.

   -Pues adiós.

   -¡No es tan fácil, joder! Cuando vaya a salir me interceptarán ¡y es eso lo que no quiero!

   -¿Y a mí que me cuentas? Algo malo habrás hecho.

   -Mira -Jei suspiró. La estaba sacando de sus casilla, mientras yo estaba de lo más entretenida con la conversación-. No he pasado por las pruebas del polígrafo ni por la de los psicólogos. Estaba fuera cuando ha sucedido eso y al llegar nos han mandado directamente a hacerlas, pero las he evitado porque no quiero que me la hagan… Si me enfrento al polígrafo me encerraran y me torturaran ¿entiendes?

   -¿Me estás confesando que eres una rebelde? -una ladina sonrisa se dibujó en mi rostro. Estaba consiguiendo algo de la manera más fácil que jamás hubiese imaginado. Si lo llego a planear, me hubiera costado conseguirlo.

   -Sí, lo soy, pero eso no importa porque quiero salir viva de aquí ¿Me ayudaras?

   -¿Quién te ha dicho que iba a ayudar a una rebelde? ¿Para qué me acusen de traición? ¡Y mucho menos a ti!

   -Si no lo haces, me llevaré a Caolu conmigo -su forma de actuar había pasado de dar pena a atacar, y usando a Caolu como escudo. Eso no me gustaba nada.

   -Ni te atreverás a hacerlo.

   -Sabes tan bien como yo que Caolu no es muy fiel a las normas de La Guardia y que si sigue aquí y no se va conmigo, es por ti. Pero ¿qué pasaría si le digo que no me quieres ayudar a salir viva de aquí? Se vendrá conmigo -su voz viperina, me recordaba a una serpiente amenazada, que atacaba con todo su veneno. Pagaría cada una de sus difamaciones hacia Caolu.

   -No juegues conmigo, porque no te saldrá muy rentable.

   -Ayúdame a salir de aquí y desapareceré para siempre. No hay más.

   La observé con rabia de arriba abajo. La muy desgraciada tenía razón. Si la ayudaba a marcharse se alejaría de Caolu y ya no tendría esa mala influencia. Por no hablar de que no tendría que volver a ver su cara más por allí.

   Chasqueé la lengua. No me gustaba lo que estaba a punto de hacer, pero me veía acorralada por todos lados.

   -Dame nombres de rebeldes y te sacaré de aquí ahora mismo.

   -No voy a traicionar a mis compañeros.

   -Es mi última palabra.

   Jei dudó ante mi insistencia. La miré directamente a los ojos para que entendiera que era su única oportunidad. Lo captó al momento y no la dejó escapar.

   Me robó papel y un lápiz y escribió los nombres. Tres en total. Me tendió la lista y cuando la tomé entre mis manos, volvió a dirigirse a mí.

   -¿Y bien? ¿Cómo salgo de aquí?

   -Por el archivo. Si consigues persuadir a la encargada y entrar a la zona de los documentos relacionados con información acerca de armas, hay una trampilla que lleva a la parte trasera del archivo. Puedes salir por los conductos de allí.

   -¿Es seguro?

   -No lo sé, esto tendrás que comprobarlo por ti misma.

   -Bueno… Gracias, supongo -y sin mirarme, Jei me dio la espalda y se marchó de mi habitación.

   Miré los tres nombres que tenía en mi mano. A ninguno los conocía. Debía comprobar sus identificaciones antes de llevárselos a Dokyun. Por lo menos ya tenía algo seguro que darle.


***


   No había podido dejar de darle vueltas a todo el asunto de Jei. Si salió airosa de La Guardia o no, no es mi asunto, pero ya se la había nombrado como rebelde.

   La Guardia había ido poniendo las caras de los rebeldes que se conocían a lo largo de toda la base para que todos los viéramos y si por algún casual en una misión nos los encontrábamos, que los reconociésemos para matarlos. Si no lo hacíamos, seríamos desterrados y considerados traidores.

   Lo cierto es que la situación se había vuelto muy violenta y yo no estaba muy cómoda. Había pasado el día entero y no había tenido señales de Caolu. Me intentaba concienciar a mí misma que no debía preocuparme y que volviera, pero tenía miedo de pasar ante las caras de los rebeldes y encontrarme con la suya.

   Como no volvió a la noche, en el nuevo día me dispuse a ir al centro en busca de información sobre si había finalizado o no su misión, pero cuando iba a salir de mi habitación, fue Caolu quien entró hecha un torbellino de sentimientos y lágrimas.

   -Joder, joder… -la escuché decir con su voz resquebrajada cuando se abalanzó sobre mí para que la abrazara. Yo no entendía exactamente qué era lo que le pasaba, pero me limité a pasarle los brazos por la espalda y preguntar.

   -¿Qué te pasa? ¿Por qué estas así? ¿Ha sucedido algo malo?

   -E-estaba en la misión, y-ya habíamos acabado, p-pero e-es que... -Caolu rompió a llorar. No me gustaba verla así. Tenía la sensación de que me rompía por dentro al verla tan destrozada.

   -¿Qué? -quería que me contara para poder ayudarla.

   -Unos de los nuestros apresaron a Mihyun, tras pegarle un disparo. E-ellos dijeron que era una rebelde y que se la llevaban ¡se la llevaron a rastras como si fuera un saco de porquería! ¿Y sabes lo peor? -Caolu levantó la cabeza, con sus ojos llorosos e hinchados, por la nariz roja y los labios temblándole-. Cuando he llegado aquí me han hechos unos exámenes y un polígrafo y luego… ¡he visto la foto de Jei por todos lados diciendo que es una rebelde! ¿Qué ha pasado? ¡Dímelo, dímelo!

   La veía desesperada, perdida ante esa extraña situación en la que nos habíamos visto envueltas. Podía ver el miedo en su mirada, su necesidad de que le dijera que todo era una broma, que no era real. Pero no podía engañarla. Caolu debía ser fuerte y afrontar esa situación como mejor pudiera.

   -Los rebeldes han estado atacando a La Guardia y por eso esas medidas de seguridad -le intente explicar para que entrara en razón, pero Caolu estaba ofuscada.

   -Pero lo de Jei es mentira ¿verdad? Dime que lo es.

    -No es mentira, es verdad -Caolu comenzó a llorar más fuerte-. ¡Ella me lo dijo! ¡Me dijo que era una rebelde!

   -Y luego la delataste ¿no? Para que estuviera en busca y captura -Caolu se separó de mí. Su mirada estaba llena de odio hacia mí.

   -¡No! ¡La ayude a escapar de la base por ti! Cuando se dieron cuenta que no estaba y debía estar, fue cuando la nombraron rebelde. Yo no tuve nada que ver.

   Caolu parecía tener una disputa intentar sin saber si creerme o no. Si no lo hacía, yo poco más podía hacer.

   -¿Ella está bien? -preguntó tan solo, algo más calmada.

   -Si su rostro sigue por las paredes de la base, sí. Debió escapar bien y se encontrará escondida.

   Los gimoteos de Caolu cesaron, pero su respiración seguía muy agitada. Cuando los segundos pasaron y se tranquilizó, volvió a abrazarme y a pedirme perdón por su comportamiento y por dudar de mí. No pude hacer nada más que abrazarla con fuerza y decirle que no pasaba nada.

   Al final quedó dormida por el cansancio de tanto llorar, por el berrinche que había cogido. La dejé recostada en mi cama, allí estaría bien.

   No pude evitar quedarme observándola. Sus tranquilas facciones que descansaban, sus mejillas aún húmedas por las lágrimas y sus labios entreabiertos. Con una mano aparté un mechón de pelo que caía sobre sus ojos, para que no le molestase.

   Realmente quería a esa mujer, la quería proteger hasta la saciedad. Me negaba a que nadie le hiciera daño y mucho menos un patán como Dokyun. Haría lo que hiciese falta porque Caolu estuviera siempre bien, aunque tuviera que dar mi vida por ello.

   Decidí dejarla descansar y yo salir a despejarme un poco. Necesitaba estirar las piernas y olvidarme de todo, pero cuando crucé el umbral de mi habitación, quedando sola en un pasillo desierto, una voz me llamó la atención.

   -Yezi, acompáñame, tenemos que hablar.

   Cuando escuché esa voz, me giré. Sabía quién era, pero no qué interés podía tener en mí cuando aún no había pasado ni una semana de lo acordado.

   -¿Qué es lo que quieres? -pregunté con descaro. Tal vez me estaba tomando demasiado una cercanía que no existía, pero es que Dokyun me tenía muy quedaba y no salía de mí respetarlo como a un superior, aunque lo fuera.

   -Te he dicho que me sigas. No tienes nada mejor que hacer y no hagas preguntas. Pareces una novata -como siempre, Dokyun estaba de mal humor y lo pagaba con cualquiera.

   Puse los ojos en blanco y lo seguí a no sé dónde. No tenía ni la más remota idea de a donde querría ir conmigo ahora.

   Llegamos a los pasillos del rango A y atravesamos unas puertas que se abrían con un lector de ojos, por supuesto los de Dokyun.

   Mientras esperaba a que me siguiera guiando, observé la nueva zona de La Guardia que nunca antes había llegado a ver. Allí todo era reluciente y nuevo, todo lo contrario a donde de normal nos movíamos el resto. No tenía ni punto de comparación.

   Dokyun se detuvo ante un ascensor y con una señal, me invitó a entrar. Quise replicar, pero me callé e hice caso. Cuando me siguió al interior de ascensor, pulsó un botón y esperó.

   -¿Tienes ya algo para mí? -preguntó con su voz repelente.

   -Sí, tengo algo -me limité a responderle. La verdad es que portaba el papel que me dio Jei con tres nombres de rebeldes. Uno lo tenía descartado porque ya había sido nombrado por La Guardia rebelde. Los otros dos los comprobé y eran Guardianes que se dieron por muertos, pero que imagino que seguirían vivitos y coleando junto con los rebeldes. Si era un engaño por parte de Jei, ya me encargaría de ella en su momento.

   -Menos mal. Ya era hora de que por fin tuvieras algo -Dokyun se regodeaba con todo lo relacionado a humillarme. Lo que no sabía, es que el día que menos se esperase, tendría que ponerse de rodillas ante mí-. Pero antes, tienes algo que ver. Creo que te interesará.

   -¿Qué me puede interesar a mí que venga de ti?

   -No seas impaciente -una flamante sonrisa asomó en sus labios, su estúpida sonrisa. Que cansada me tenía, no sé cómo aguantaba sin atizarle, de verdad.

   El ascensor se detuvo con un pitido bastante molesto. Habíamos descendido bastantes plantas, no sabía que la base de La Guardia podía ser tan profunda. Eran niveles en los que nunca había estado y donde seguro que se cocían cosas bastantes interesantes.

2 comentarios:

  1. ¡Hola! :D

    He estado leyendo esta historia desde hace un tiempo, pero nunca había dejado un comentario (no suelo hacerlo). Sin embargo, quise hacerlo esta vez porque realmente me fascina esta historia y sus aires de suspenso, es interesante, es original, y siempre me deja con ganas de más. Me gusta tu forma de narrar y cómo va desarrollándose, todo a su debido momento, sin relleno y sin adelantarse. Me gusta mucho, de verdad.

    Sentía que debía decirlo, es lo menos que puedo hacer, ¿no? :) Es una forma de agradecerte por escribirla. Esperaré con ansias el siguiente capítulo.

    ¡Saludos! ♥��

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muy buenas!

      Lo cierto es que la idea me surgió de manera muy random, ni siquiera sé como surgió exactamente, solo me imaginé a Yezi de negro y con armas y me salió la historia tras escribir un Oneshot raro.

      Muchas gracias por comentar, la verdad. No sabía si la historia gustaría o si la estaba desarrollando bien. Parece que iba en buen camino XD Ya veremos los siguientes capítulos como van. ¡Espero no decepcionar!

      ¡Saludos! ¡Y gracias por comentar, eso anima!

      Eliminar

¡Tus comentarios son importantes para que el blog siga creciendo!