Nota: ¡Hola! ¿Qué tal vais? Hoy pro fin tenéis un nuevo capitulo de este Fanfic, pero viene con una buena noticia y otra mala. La mala es que es el penúltimo, la historia está ya acabando. Y la buena... Os lo comentaré en las notas del último capitulo ¡Ahora a disfrutad de la lectura! ^^
No hacía nada más que pasear la mirada de un rostro a otro. Apretaba los puños por la rabia que sentía, por las ganas de explotar contra todos y quedarse allí solo. Pero su primo no era nada paciente, y estaba claro que para que todo acabase tendría que ser lo más sincero posible.
-¿Qué es lo que quieres? Ya te he dicho que no tengo nada que ver con Yoonseung. Ese bastardo nos ha estado utilizando a mí y a mis amigos como le ha venido en gana.
-¿Y por qué habéis accedido tan fácilmente a ayudarle? -la pregunta era clara, tal vez de esa manera, por fin obtendría respuestas.
-Teniendo en cuenta que Sungyan es uno de tus lacayos -Hoseok buscó con la mirada al nombrado, que observaba todo apartado con los brazos cruzados-. Todo comenzó con una amenaza tuya. Un trozo de papel en el que se me amenazaba.
-¿Y eso qué tiene que ver con Yoonseung? -inquirió su primo, aburriéndose con ese tema.
-Que pensábamos que él sabría algo, mis amigos y yo. Y por una paliza que alguien me dio tuvimos que recurrir a él por si sabía quién podía ser.
Jungseo se mantuvo un momento en silencio, examinándole con la mirada. Sabía exactamente que estaba sopesando si lo que estaba diciendo era verdad o una mentira.
-En realidad ¿nunca te pensaste el motivo por el que recibiste esa amenaza si antes no habías tenido nada con ese mequetrefe?
-Sí y por eso acabé recurriendo a él en busca de respuestas.
-Te lo contaré. Yoonseung quería formar parte del negocio que yo llevo entre manos. Lo acepté, pero antes debía cumplir una serie de recados. Debía llevarlos a cabo y cumplirlos con una exquisita perfección, pero no lo hizo, así que no lo acepté.
-¿Y eso qué tiene que ver conmigo?
-Una de las veces que mis chicos estaban negociando con él, se te vio merodeando por allí por lo que supimos que habías estado presente y que tendrías algo que ver con él.
Acto seguido, una serie de imágenes aparecieron en la cabeza de Hoseok. Aquella vez que se tuvo que esconder y vio a Yoonseung haciendo algo extraño. Y lo que hacía era negociar con su primo, y él no tenía ni la más remota idea.
-Para nada. Solo pasaba por allí volviendo del trabajo. Nunca he tenido relación con él, y mucho menos me compincharía.
-¿Eso es cierto? -en esta ocasión Jungseo se dirigió a Taehyung, que tras una patada en el estómago por uno de los hombres que lo sujetaron, asintió.
Hoseok quería matar a su primo.
-No éramos conocedores de ello. Lo siento si ha sido un error. Pero no nos andamos con juegos, debemos ser los mejores.
-Pues esta información errónea que has tenido nos ha cobrado mucho as nosotros.
-Sí. Y lo siento por la paliza que mandé que te dieran, primo. No lo hice a malas, solo quería avisarte de que no te metieras donde no te llamaban.
Jungseo estaba tan tranquilo cuando dijo aquellas palabras, que Hoseok más que sorprenderse porque fuera él autor, se sorprendió de su parsimonia y desinterés ante lo que le hicieron.
-¿Ya está aclarado todo?
-No tengas tanta prisa, aún no hemos acabado -su primo se recostó en su asiento. Por la ladina sonrisa que figuraba en su rostro debía estar pasándoselo bien con aquella escena.
-Pero quiero llevarme a mi amigo de aquí, después podemos sentarnos a hablar tú y yo tranquilamente -sin embargo, sus palabras conciliadores convencieron a Jungseo.
-No, tu amigo es una buena moneda de cambio que voy a usar contigo.
-¿Qué quieres decir?
-Verás, querido primo… puede que me haya quedado más o menos claro que no tenías nada de relación amistosa con Yoonseung -Jungseo se tomó unos segundos, recapacitando sobre qué palabras usaría exactamente a continuación-. Pero él sigue siendo un grano en el culo. Y tú le has aportado ayuda, así que ahora deberás ayudarme a mí.
Hoseok fue a contestarle, pero un individuo de su primo entró apresurado en la sala y fue directo a él. Le susurró algo corto al oído, que le provocó una sonrisa en los labios que le causó un escalofrío. Las cosas con su primo eran espeluznantes. Cuanto antes acabarán allí, antes se alejarían de todo lo relacionado con él.
-¿Cómo te puedo ayudar yo? -preguntó Hoseok inquieto, cuando el chico que acababa de entrar, se marchó.
-Es muy sencillo. Quiero información que sepas de él y yo no, información nueva para mí y podrás salvar a tu amigo -hizo un énfasis en las últimas palabras que no le gustaron nada. Allí había algo más escondido y el hecho de no saber el qué, era lo peor que podía pasar.
-¿Y cómo sé yo que no eres sabedor de toda la información que yo tengo? -el estúpido juego al que le estaba sometiendo lo estaba sacando de quicio y estaban tardado más de la cuenta. Yoongi empezaría a sospechar ya, si no sabía la verdad de que no estaba con Jin. Se cabrearía mucho.
-No lo sé. Eres un chico muy inteligente e imaginativo, sabrás sorprenderme -por unos instantes, Hoseok deseaba con todas sus fuerzas volver el tiempo atrás, muchos años atrás, cuando eran niños y se divertían jugando juntos. Así poder haberse dedicado a puntear a su primo y quererlo como siempre había hecho.
-Supongo que sabrás donde tiene situado su lugar base y como está estructurada también.
-Por supuesto, esa información fue la primera que tuve nada más establecer mi negocio, al igual que el de vuestro grupito y unos cuantos más.
-Entiendo… -Hoseok buscó qué más podía saber que a su primo le pudiera interesar-. Y su sistema de negocios también lo sabrás ¿no?
-En efecto.
-E imagino que quiere hacerse con el tuyo también -Jungseo asintió con la cabeza, escuchándolo muy atentamente.
-¿No tienes nada que ofrecerme?
-Solo necesito un momento para pensarlo.
-El que necesites. Pero no tengo todo el día.
La mirada de odio que tenía hacia su primo era inevitable. Lo que le estaba haciendo no era algo entre familia ¿cómo podía tratarlo de esa manera si nunca le había hecho nada? Siempre lo trató bien, sin problemas algunos.
Aunque a decir verdad, él siempre fue un niño muy independiente. Y se había criado en una mala zona de la ciudad. Una zona que le había influido tanto que había llegado a llevar una red de venta de droga.
Hoseok pondría la mano en el fuego que lo había conseguido a base de amenazas, destrozos, palizas y un sin fin de cosas que ni imaginarlas quiero. Siempre había sido un chico con ideas disparatadas y muy enrevesadas.
Desvió su mirada hasta Taehyung, buscando en él alguna idea. Pero el pobre chica apenas podía mantener la cabeza recta por los golpes que había recibido. De pronto, Hoseok se acordó de la paliza que él sufrió días atrás y que había sido él quien lo encontró y lo acompañó hasta su casa.
Tragó saliva con dificultad. La situación no era nada fácil y no podía jugársela. Cualquiera sabía lo que acabaría pasándole a Taehyung o a cualquiera otro que se interpusiera ante el camino de su primo.
-Dime una sola cosa que me sirva y te ofrezco algo mucho mejor -Jungseo lo sacó de sus pensamientos con su nueva propuesta-. Podrás salvar a tu amigo y os dejaremos tranquilos. A tu pandilla y a ti.
Esa oferta era la mejor que había podido recibir. Hoseok se esforzó seriamente, buscando una respuesta para lo que su primo le pedía, pero era complicado.
Lo que hizo fue repasar cada una de la información que tenía de Yoonseung, cada una de las cosas que había tenido relación con él, hasta que dio con el que sería su billete a la tranquilidad.
-¿Conoces alguno de sus puntos de intercambio? No sé qué intercambia exactamente, pero es algo que le importa y mucho -sus palabras, despertaron el interés en su primo.
-¿No sabes con qué comercia?
-Posiblemente sea droga, como tú, para hacerte competencia, ser mucho mejor que tú y quitarte el monopolio de camello en la ciudad -dijo las palabras de aquella forma con un tono picaresco, para que picara más la curiosidad en su primo.
-¿Y tú conoces un sitio de esos? -preguntó Jungseo.
-Sí, e incluso he estado en él una de las veces que nos usó.
-¿Y de qué me puede servir saberlo? -Hoseok no se creía lo que le estaba preguntando ¿de verdad que Jungseo tenía tan poca imaginación?
-Si supieras la localización del lugar, podrías arrebatárselo o directamente, quitarlo del mapa, y así vas destruyendo los puntos de negociación que tiene. Lo que significa que se le acabaría poco a poco los clientes y el negocio.
-Eres muy listo y muy pillo ¿por qué no te unes a mí, primo? Haríamos un buen negocio juntos -Jungseo parecía muy contento con su aportación, pero Hoseok se centró en lo que quería. Salvar a Taehyung y salir de allí lo más pronto posible.
-No, gracias. Me gusta la tranquilidad.
-Como quieras, pero dime ¿cómo se llama dicho lugar?
-Es un antro, llamado El Puerto ¿lo conoces?
-No me suena ¿está en la ciudad?
-Ajá. Te diré exactamente cuándo Taehyung esté conmigo
Jungseo soltó una carcajada ¿Acaso le sorprendía que él también jugase al chantaje o es que había algo más que desconocía?
-¿Estás seguro que quieres que lo soltemos? ¿O prefieres que soltemos a este otro? -con un gesto de la mano, aparecieron varios hombres suyo que portaban a alguien que daba voces y pataleaba.
A Hoseok se le detuvo el corazón cuando escuchó su voz ¿qué estaba haciendo allí? Lo pusieron ante él, sin soltarlo, con sangre en uno de sus labios. Aquello era jugar sucio.
-Por lo visto te ha seguido. Creí que se te había informado que vinieras solo -su primo estaba pasándolo de lo lindo teniéndolo así.
-¿Qué haces aquí…? -preguntó Hoseok, ignorando completamente a Jungseo.
-La voz que escuché por teléfono no era la de Jin, así que supuse que ya tenías pensado hacer alguna locura por tu cuenta. Te seguí hasta que me han pillado -Yoongi se retorcía para intentar zafarse de los dos hombres que lo tenían sujeto, pero eso tan solo provocó que se llevará un golpe en la espalda que le dolió más a Hoseok que a él.
-Suéltalos a los dos y te diré dónde está -Hoseok se dirigió ahora a su primo, que volvió a reírse a carcajadas.
-Oh no, te he dicho que podías salvar a tu amigo, no a tus amigos. Solo puedes salir de aquí con uno de los dos, así que tendrás que elegir.
-¿Qué…? -miró el rostro de Yoongi, furioso y desencajado, para mirar después al de Taehyung tan demacrado y seguía sonriendo.
Pero tenía que elegir con quien salía de allí. Era una complicada decisión por no decir imposible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Tus comentarios son importantes para que el blog siga creciendo!