martes, 5 de julio de 2016

(VKook) Mi primo favorito -Twoshot- 1/2


Título: Mi primo favorito

Pareja: Vkook (V + Jungkook)

Tipo: Yaoi

Genero: Lime, romance, drama

Clasificación:  M

Descripción: Tras años sin verse, Jungkook se reúne con su primo Taehyung. El paso de tantos años ha hecho que no se vean el uno al otro como familia y tengan que decidir entre lo que les dice la cabeza y lo que siente su corazón.

Advertencias: Relación entre dos familiares

Nota: Al fin me decidí y estos dos chicos son mis favoritos dentro de BTS, por lo que quise escribir algo con ellos dos juntos porque sí, porque me gustan y me apetecía jajaja Espero que os guste.

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Aquella comida familiar le era totalmente indiferente. De hecho, no tenía ni ganas de salir de su habitación durante el tiempo que durase. Ni siquiera se acordaba de quienes eran esas personas a las que debía llamar tíos. 

Su madre había pasado días intentando que se emocionase mínimamente por aquel acontecimiento. Le dijo que quizás le fueran a regalar algo por no verle en tantos años y le recordó que tenía un primo que tampoco sabía quien era, para variar. Ese chico también estaría en la comida.

Incluso estuvo enseñándole fotos para decirle quien era cada uno, intentando que su hijo recordase. Pero era muy complicado. Apenas tenía cinco años la última vez que los vio, antes de que estos se fueran a vivir al extranjero. 

También intentó convencerle de que al final lo acabaría pasando bien. Que su primo había sido un niño con el que en su momento jugó mucho. Jungkook le recordó que ya habían pasado bastantes años desde aquello y que ya no era un niño. La gente crecía y cambiaba. Habría que esperar para ver como eran las cosas en el presente.

Se vistió todo lo decente que sus ganas le dejaron, con unos simples pantalones vaqueros nuevos y una camiseta negra de manga corta con unas letras blancas en el pecho. No hacía falta mucho más. 

-Jungkook, la puerta. -Escuchó gritar a su madre cuando sonó el timbre de la casa. La mujer aún estaba en el baño dándose los últimos retoques para estar guapa. En cuanto a su padre, seguramente ni se molestaría en ir. 

El chico refunfuñó y fue hacia la entrada de la casa sin ganas. Debía intentar poner al menos buena cara ya que tampoco quería parecer un maleducado. Más que nada porque si lo parecía su madre lo mataría. 

Cuando abrió la puerta no le dio tiempo a reaccionar antes de verse atrapado entre los brazos de una señora que le besaba las mejillas como si le fuese la vida en ello. Jungkook luchaba por sonreír a la vez que en sus oídos solo se repetían las palabras de aquella mujer. 

-Ay, mi sobrino bonito. Cuanto tiempo. Qué mayor estás. Mi sobrino precioso. -Repetía, incansable. 

Cuando por fin fue liberado, le tocó el turno de aguantar las ''suaves'' palmadas de su tío en la espalda. Madre mía, entre uno y otro iban a romperle algo antes de llegar a entrar en la casa. Qué fuerza.

Sus tíos pasaron al interior, donde ya les recibieron sus padres. Entonces fue cuando vio a ese primo del que tanto le había hablado su madre durante los días anteriores. Vaya, era guapo. Eso fue lo primero que pudo pensar sobre él. Le pareció un chico muy llamativo que seguro tendría a más de una detrás. 

-Hola, enano. -Le dijo el joven. A pesar de sus palabras, su sonrisa fue bastante amistosa. Quizás fue por eso por lo que no se lo tomó como una ofensa. 

-Hola. -Respondió. Quiso decir algo más, pero no lograba que se le ocurriera nada. Así que pronto aquel saludo se convirtió en algo incómodo. 

-¿Puedo pasar? -Le dijo Taehyung con cierto tono de cachondeo, al ver que seguían allí plantados en la puerta. 

-Ah, sí. Claro, claro. -Jungkook se apartó un poco avergonzado, dejando pasar a su primo y cerrando la puerta tras él. Pues empezaban bien.


***


Al final no estaba yendo todo tan mal como había esperado. Seguía sin recordar a aquellas personas, pero estaba siendo una comida medianamente agradable. 

Su tía parecía una mujer cariñosa pero con un gran carácter y su tío de vez en cuando decía comentarios que le hacían reír. Y luego estaba Taehyung, claro. Con él no se atrevía a intercambiar muchas palabras. Tenía la imagen del típico chico popular con muchos amigos y había algo que le hacía sentir que no quería hacer el ridículo delante de él. 

Pero Taehyung sí estaba interesado en el más joven. Le hablaba, le preguntaba cosas e intentaba bromear con él, preguntándose por qué parecía un chico tan callado. Pero Jungkook por mucho que se esforzaba solo lograba responder a las preguntas y poco más. Qué tonto debía estar pareciendo. 

-¿Por qué no vais a jugar un rato con tus videojuegos y recordáis viejos tiempos juntos? -Dijo la madre de Jungkook una vez habían terminado de comer el postre. 

-Venga, sí. -Se apresuró a decir Taehyung en cuanto escuchó la propuesta de su tía. Tenía muchas ganas de largarse de allí. Estaba empezando a aburrirse- ¿Vamos, primo? -Le preguntó, ya de pie. 

-S-sí, vamos. -Respondió el chico, saliendo de la sala antes que el otro para guiarle hasta su dormitorio. Se estaba empezando a enfadar consigo mismo. No era normal parecer tan tímido ni torpe. Él no era así. Al menos no tanto.

Taehyung cerró la puerta tras él una vez estaban ya los dos dentro de la habitación del menor, buscando un poco de tranquilidad para ellos. Quizás sin el escándalo que formaban sus padres al hablar, Jungkook sería capaz de soltarse un poco más. Tenía curiosidad por saber qué había sido de su vida durante todos esos años.

-Bueno, por fin tenemos un poco de intimidad para hablar de nuestras cosas. -Empezó a pasearse por la habitación de Jungkook, observando el lugar con interés.- Pues sí que ha cambiado esto desde la última vez que estuve. 

-Han pasado demasiados años. Raro sería si encontrases la misma decoración. -Comentó Jungkook, sentándose sobre su cama. Quería empezar a sentirse cómodo con aquel chico. Taehyung al menos parecía tener confianza en él a pesar del paso de los años. 

-Eso es verdad. Seguro que ya no te acordabas de mí. -Dijo, apoyando el trasero en el escritorio del más joven, de pie frente a él.

Jungkook dudó unos instantes antes de responder, pero al final pensó que lo mejor era decirle la verdad.

-Así es… -Murmuró, no muy seguro ¿Qué pensaría? Taehyung parecía seguir teniendo muchísima confianza con él, como si el tiempo no hubiese pasado entre ellos ¿Le sentaría mal si le decía que no se acordaba?

-¡Lo sabía! -Exclamó de repente el mayor, señalándole.- Se te ha notado en la cara nada más verme. ''¿Quien es este?'' -Continuó, reproduciendo las palabras que parecía haber pensado el menor cuando se vieron. Después rió.

A Jungkook se le escapó una suave risa cuando vio la curiosa reacción de su primo. 

-Pero no me extraña, eras  un niño. Bueno, para mí lo sigues siendo. -Bromeó a la vez que se separaba del escritorio y se acercaba a la cama. Cuando llegó a su lado se dejó caer sentado junto a Jungkook y le pasó amistosamente un brazo sobre los hombros.- Qué mal olvidarte de mí, eh. 

-Ya, lo siento. -Se disculpó con una ligera sonrisa en sus labios, tímido. Al hacerlo giró la cabeza hacia su primo para poder mirarle, dejando que pusiera el brazo ahí sin problemas.- Pero seguro que tú tampoco te acordabas de mí tanto como lo parece. -Intentó picarle un poco para empezar a ponerse a su nivel. Ya estaba cogiendo un poco más de confianza y eso era algo que ambos notaban.

-Eso no es cierto. Yo me acuerdo mejor de ti que tú de mí. -Respondió, fingiendo cierta indignación en un principio, pero acabando por sonreír.- Puedo contarte lo que quieras sobre nosotros.

-Pero también es que eras un poco más mayor que yo. Además ¿Cómo sé que no te lo inventas? -Se quejó Jungkook, siguiendo a su primo con la mirada cuando este se levantó y se puso de nuevo en pie delante de él. No podía apartar los ojos de Taehyung. Le fascinaba la confianza y el carisma que desprendía aquel chico. 

-Yo no haría eso. Venga ¿qué quieres saber? -Preguntó impaciente. Le estaba resultado entretenida toda aquella situación con su primo menor. 

-Uhm… -Jungkook calló un momento, pensativo ¿Qué podía preguntarle? Si él era el primero que no recordaba nada.- ¿A qué jugábamos? -Dijo, siendo lo primero que se le pasó por la cabeza.

-Ah, esa es fácil. A cosas de niños. -Le respondió, quedándose más que bien con esa respuesta. 

Jungkook arqueó una ceja, intentando aguantar las ganas de reír por esa respuesta tan simple y obvia. 

-Muy bien. Eso lo deja todo más claro.

-¿Quieres que sea más detallado? Perfecto. Pero luego no te arrepientas, eh. Recuerdo una vez que estuvimos jugando a los médicos y acabaste sin pantalones y sin nada. Ahí, desnudándote frente a mí sin ninguna vergüenza y enseñándome esa cosa tan diminuta que tenías entre las piernas. -Taehyung no pudo evitar reír ante ese recuerdo que tan divertido le parecía. Entonces se dio cuenta de que Jungkook se había puesto rojo como un tomate. Se veía totalmente avergonzado a pesar de que habían sido cosas de niños.- Eh, pero que no pasa nada. Éramos muy pequeños. Además, seguro que ahora mismo eso ya no es tan pequeño ¿Verdad? Las tendrás locas con lo guapo que eres ahora. -Dijo en un intento de salvar la situación.

-Bueno… -Jungkook no sabía qué decir. Ni a lo vergonzoso del juego, ni a lo de ser guapo y mucho menos sobre el tamaño actual de su miembro. Tan solo tenía ganas de hundir el rostro en cualquier lugar para ocultar el rubor de sus mejillas. Qué atrevido era con sus palabras. 

-Pero que no pasa nada. -Repitió Taehyung. En el fondo tenía ganas de echarse a reír, pero eso ya sería muy cruel por su parte. En su lugar, decidió contar una anécdota vergonzosa sobre sí mismo para relajar un poco el ambiente entre ambos. 

Para ello volvió a sentarse donde había estado hacía un momento. En la cama, a su lado. 

-Mira, para que veas que no eres el único. -Comenzó.- Hubo otra vez en la que, estando solos aquí en tu habitación, empezamos a jugar al típico juego este de papás y mamás. Pero al no tener una chica decidimos que la madre serías tú. 

Jungkook le miró de reojo, aún avergonzado. Parecía que no, pero realmente estaba interesado en lo que le contaba.

-Pues bien, se suponía que yo acababa de llegar del trabajo y no se me ocurrió a mí otra cosa que plantarte un beso en los morros. Yo lo había visto muchas veces entre mis padres así que lo veía normal y simplemente lo hice contigo.

Ahora sí que tenía ganas de esconderse. Eso no lo había solucionado, desde luego. Ahora tenía bastante más vergüenza al saber que sus labios habían tocado los de aquel chico tan atractivo en algún momento de su vida ¿Por qué se sentía así, tan intimidado y al mismo tiempo avergonzado? De normal, en otra situación y con otra persona, habría hecho bromas sobre el tema. Pero con Taehyung era distinto. Era... ¿Excitante? Oh dios mío ¿Se estaba sintiendo verdaderamente atraído por él? Eso estaba mal. Eran familia. Aunque hacía tanto tiempo que no se veían que no lo sentía como tal.

Agachó la cabeza, queriendo esconder de cualquier forma sus mejillas sonrojadas. Pero de nada sirvió porque Taehyung ya lo había notado. 

Le estaba gustando verle así, tan tímido con él como una adolescente enamoradiza. Le resultaba entre interesante y divertido. Sobre todo interesante. Aquel chico había crecido realmente bien, convirtiéndose en un joven guapísimo. La verdad es que al verle se había sorprendido por lo bien que le había sentado la pubertad. Era muy bonito. Tuvo la necesidad de volver a pasar el brazo sobre los hombros de su primo tal y como había hecho antes, pero esta vez notó como el chico se ponía un poco tenso bajo su contacto.

 -Que no te de vergüenza. -Aquello lo dijo bajando un poco la voz, acercando el rostro al del más joven. Jungkook se estremeció al sentirle tan cerca.- Éramos niños inocentes. Aunque si esas mismas cosas las hiciéramos ahora no sería tan inocente ¿Verdad? -Le susurró cerca del oído, provocando que a Jungkook se le pusiera la piel de gallina. 

Debía ser fuerte y evitar caer en aquellas provocaciones. Además, ni siquiera sabía si iba en serio. Quizás solo le estaba tomando el pelo y las cosas no estaban tomado en camino que a él le parecía. Pero sentirle tan cerca, su calor, su olor, su voz... No quería ni mirarle, pues sabía que si se atrevía podría hacer una locura.

-Eso te lo has inventado. -Dijo Jungkook, refiriéndose a las cosas que Taehyung le había contado sobre su infancia. Al decirlo intentó sonreír, queriendo ocultar que por su cuerpo estaba pasando alguna que otra sensación indebida. 

-Claro que no. Fue tal y como te lo he contado. -Mientras hablaba empezó a acariciar parte del brazo de Jungkook con las yemas de los dedos, como si no supiera lo que aquellas simples caricias podían provocar. Pero no era así. Él lo sabía muy bien. Podía notarlo con solo mirarle.

Por la cabeza de Jungkook solo pasaba la idea de que había besado a ese chico. Bueno, si es que era  verdad o si es que a aquello se le había podido llamar beso, teniendo en cuenta la edad que habían tenido ¿Cómo sería besar sus labios ahora? Seguro se sentiría mucho más diferente que en aquel entonces. Menos inocente. Más picante. 

Llevaba admirando a Taehyung desde que le había visto entrar por la puerta de su casa. Ahora le tenía a escasos centímetros de su cuerpo, tan cerca que podía sentir su respiración y el calor que su cuerpo deprendía. En vez de quedarse donde estaba, se movió un poco para alejarse unos centímetros de él. Lo intentó hacer de la forma más disimulada posible para que Taehyung no notara que estaba tratando de escapar. Aunque tampoco tenía muy claro si quería hacerlo.

-¿Qué te pasa, primo? -Taehyung llevó la mano libre a uno de los muslos de Jungkook. Entonces empezó a moverla desde la rodilla del más joven hasta prácticamente su ingle, subiendo y bajando con lentitud a lo largo de aquella zona. 

Lo hacía como si aquello fuera lo más normal del mundo. Quería ver hasta donde era capaz de llegar con Jungkook, que tan avergonzado parecía desde un primer momento. Lo cierto es que él tampoco sentía a Jungkook como un familiar. Sus padres les habían tenido tanto tiempo alejados que era casi como alguien nuevo para él. Los lejanos recuerdos eran ciertos, pero eso era lo único. Por lo demás aquel chico era un completo desconocido. Un hermoso e interesante nuevo desconocido. Además, no podía negar que aquella situación le estaba dando cierto morbo. 

-¿A mí? Nada. -Y entonces fue cuando cometió el error de mirar a Taehyung. Al hacerlo ya no pudo decir más, perdiéndose en sus ojos para más tarde hacerlo en sus tentadores labios. 

Taehyung se relamió el labio superior, sabiendo exactamente donde estaba mirando el menor. De esa forma pensaba hacerle desear un nuevo beso con él. De alguna forma, no sentía la situación como algo malo. Al contrario.

-Yo también me pregunto como serán ahora las cosas. -Le dijo de nuevo en un susurro, suponiendo lo que pasaba por la cabeza del menor. 

El joven quedó sorprendido por las palabras, como si hubiese leído su mente. Entonces se ruborizó aún más al imaginar a qué se estaba refiriendo exactamente, sabiendo que no era a los besos. Las caricias en su muslo estaban provocándole sensaciones que no debía sentir, pero que eran inevitables. Entonces suspiró. Fue algo que no pudo controlar cuando los dedos de Taehyung viajaron hasta su entrepierna, posándose sobre esta. 

Empezó a acariciar el miembro de Jungkook con la punta de los dedos, sobre el pantalón. Bajo este sentía como aquella parte de su cuerpo empezaba a despertar, endureciéndose y siendo apretada por los vaqueros. 

Taehyung esbozó una sonrisa al escuchar dicho suspiro y ver como Jungkook no ponía demasiada resistencia contra sus atrevidas caricias. Le vio apretar sus labios entre sí, seguramente luchando por contener un nuevo sonido. 

Jungkook estaba impactado por el rumbo que había tomado la visita y como al otro parecía no importarle nada. Sin embargo, no podía evitar sentir cada una de sus caricias como algo totalmente excitante ¿Cómo podía ese chico tener una fuerza de atracción tan grande sobre él?
No quería porque sabía que no era lo correcto, pero poco a poco se dejó llevar por las sensaciones y cerró los ojos, recibiendo gustoso cada toque en su entrepierna. 

Taehyung volvió a sonreír cuando notó que su primo separaba un poco sus piernas para él, seguramente sin darse cuenta y simplemente dejándose llevar por lo que le estaba haciendo. Eso significaba que le daba permiso para seguir tocándole y era precisamente aquello lo que pensaba seguir haciendo. 

Al mirar un momento hacia abajo pudo ver el notable bulto que se había creado dentro de los pantalones del chico, bajo su mano. Por su parte Taehyung también empezaba a sentir aquella misma molestia. Besar y tocar a aquel hermoso chico, sabiendo el riesgo que lo rodeaba todo, estaba siendo una experiencia totalmente excitante y morbosa para él. 

-Esto no está bien... -Murmuró Jungkook en un pequeño intento por hacer que se detuviera cuando ni él mismo creía lo que estaba diciendo. Taehyung había pasado de simplemente acariciarle a masajearle el miembro con ganas, apretando y creando una placentera pero torturosa presión cada vez que movía la mano. 

-Seguro que a partir de ahora no volverás a olvidarte de mí. -Le dijo en el oído, mostrando en su voz lo excitado que él mismo estaba. 

Jungkook se atrevió a mirarle, provocando que sus miradas se cruzasen. Desde luego tenía razón en eso que había dicho. 

Taehyung detuvo un momento lo que estaba haciendo solo para empezar a desabrochar el pantalón del más joven, sin dejar de mirar su rostro mientras lo hacía. Sus labios entreabiertos y mejillas sonrojadas creaban una imagen perfecta a la par que excitante. 

Pero justo cuando quiso meter la mano dentro de su pantalón, escucharon a alguien acercarse por el pasillo. Entonces no tuvo más remedio que alejarse de él, levantarse de la cama sobresaltado y disimular que nada había ocurrido. Jungkook por su parte se apresuró a abrocharse de nuevo los pantalones y cruzó las piernas rápidamente, intentando ocultar la erección que el otro le había provocado. 

Pero al final nadie entró donde ellos estaban, siendo todo una falsa alarma. Ambos suspiraron aliviados. Había sido un susto bastante gordo.

-Vas a ser mío. Me da igual si eres o no mi primo. -Le aseguró entonces Taehyung, pero sin levantar demasiado la voz por si acaso era escuchado desde fuera de la habitación. Quería que le quedase bien claro. Jungkook no iba a escapar y antes de volver a casa tras sus vacaciones iban a compartir algo más que cuatro toqueteos. 

Pero no ahora. Sabía perfectamente que no era ni el momento ni el lugar para hacer algo así. En cualquier momento alguno de sus padres podría entrar por la puerta y descubrirles en plena acción. Y era mejor ni imaginar el escándalo que podría formarse si eso era así. 

Jungkook no fue capaz de responder. Aún sufría las consecuencias de las caricias de Taehyung en su cuerpo y escuchar eso no ayudaba a calmar las cosas. Iba a protestar, pero pronto entendió los motivos de aquel parón. Además, tal y como veía entre las piernas de Taehyung, no era la única victima. 

Tras aquello Taehyung preguntó dónde estaba el baño y se fue al tener una respuesta. Jungkook quedó solo en su dormitorio, confundido y excitado. No terminaba de comprender por qué había sucedido todo o en qué momento de la charla las cosas habían tomado aquel rumbo. Pero sin duda la visita había resultado ser mucho más interesante de lo esperado. 


2 comentarios:

  1. A la pelotita con la visita del primo!!! :O
    Para empezar es muy típico eso de tener un familiar que te apretuja siempre, es un don de algunos familiares. Creo que no hay familia que no tenga de esos. jajaja Hay que sobrevivir como se pueda!
    Ahora, venga! la sensación que tuve con esta primera parte es que prácticamente TaeHyung fue con unas intenciones poderosas de tirarse a JungKook, lo estaba acosando hasta llevarlo al punto que él deseaba. Realmente JungKook parecía una presa obnubilada por su cazador en esa habitación, todo tímido a comparación de su primo que tenia la situación mas que controlada.
    Muy buen capitulo!

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    Respuestas
    1. Sí, creo que todos tenemos algún familiar que hace eso cuando nos ve, tengas la edad que tengas XDD
      Me alegra que te haya gustado. No sabía si había quedado demasiado directo y no gustaría por eso, pero me alegra ver que sí ^^

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