domingo, 10 de julio de 2016

(Varias) El instituto de la Muerte -Serial- Capítulo 12 [Final]

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Notas: ¡por fin! Después de tantas semanas con esta historia, llegamos al final. Muchas gracias a las personas que han estado conmigo desde el inicio o que se han enganchado a mitad al carro, sin vuestro apoyo no habría podido conseguirlo. ¡Espero que os guste el desenlace!

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ZiTao estaba impaciente después de escuchar la conversación que estaba teniendo lugar en el sótano entre el espíritu que los mantenía retenidos y sus amigos que habían bajado a aquel lugar para intentar liberarlos. Parecía que finalmente iban a poder salir de aquel lugar, que ya no iban a tener que pasar más días a base solo de beber pequeños sobros de agua y barritas energéticas, viviendo con miedo a morir cualquier día. Sin embargo, no podían cantar victoria todavía, no hasta que el fantasma por fin hiciera algo.

El chico sintió cómo SeHun se dejaba caer contra su cuerpo y lo tomó entre sus brazos para mantenerlo en pie porque no podía aguantar mucho tiempo así.

—Ya mismo saldremos, Hunnie —le susurró—. Aguanta un poco más, los chicos lo están consiguiendo.

SeHun murmuró algo que no llegó a entender, pero ZiTao le dio un corto beso en los labios como si hubiera sellado cualquier tipo de promesa con él.

En aquel momento, el espíritu que rondaba a sus amigos se alejó de ellos y flotó lánguidamente en la dirección en la que ambos se encontraban. ZiTao siempre había tenido mucho miedo de los fantasmas y de cualquier cosa del mundo sobre natural, pero había convivido con aquella alma en pena durante mucho tiempo, así que, al menos a éste ya no lo temía tanto y pudo mantener la compostura hasta que se quedó a un par de metros de ellos.

Pareció cómo si quisiera decirles algo, pero no dijo absolutamente nada y ZiTao no supo si fue porque finalmente no quiso o porque realmente no podía hablar con ellos. De repente, el fantasma al que habían escuchado durante tantos días vagar por aquel sótano lamentándose de sí mismo y clamando el nombre de la persona que amaba, comenzó a desaparecer poco a poco de su vista, siendo cada vez más y más transparente hasta que finalmente, no quedó ni rastro de él en el sótano.

Lo último que ZiTao pudo ver de él fue una sonrisa cálida.



Los chicos seguían todos inmóviles y esperando a que algo sucediera. Probablemente hubiera un haz de luz que reclamara al fantasma o cualquier cosa por el estilo que les indicara que ya no se encontraba alí y que no tenían de qué preocuparse. Sin embargo, nada de eso sucedía y todos contenían la respiración, esperando lo que estaba por suceder.

Fue Lu Han el primero en darse cuenta de que algo había cambiado y quizás fue por su sexto sentido de hermano mayor. Solo habían pasado unos minutos desde que las palabras del fantasma resonaron en el sótano cuando Lu Han ya se levantaba del suelo y corría con las piernas temblorosas hacia el fondo de la sala. MinSeok se levantó rápido para ir tras él y lo alcanzó justo cuando su chico acababa de ver a SeHun y ZiTao abrazados el uno al otro como si no pudieran sostenerse en pie sin apoyo.

Lu Han soltó un grito después de haberse quedado paralizado unos momentos y luego corrió los pocos metros que lo separaban de su hermano menor para tomarlo entre sus brazos fuertemente mientras lloraba. MinSeok vio cómo ZiTao se apartaba un poco de aquellos dos y él quiso correr a abrazarlo también, pero en aquel momento, sintió cómo todo el peso que había estado cargando sobre sus hombros disminuía de golpe y le temblaron las piernas, así que no pudo moverse del sitio.

Los demás, que probablemente habían sido alertados por el grito de Lu Han, corrieron hacia allí y se quedaron a su lado al ver la escena, sin poder creerse que lo hubieran conseguido. Solo pasó un segundo cuando YiFan corría hacia ZiTao para abrazarlo tal y como estaba haciendo Lu Han con SeHun.

El suspiro de alivio fue colectivo. Ya no tenían nada más que temer, habían dado todo de sí para poder encontrarlos y por fin los tenían con ellos, así que ya no les iba a pasar nada malo.



YiFan sentía el cuerpo de ZiTao entre sus brazos mucho más delgado que la última vez que lo abrazó de aquella forma y se separó un poco para mirarlo a los ojos. ZiTao lloraba, al igual que él mismo debía estar haciendo porque lo veía borroso y sabía que las lentillas no se le habían salido. Tenía la cara más chupada que la semana anterior y parecía estar al borde del colapso. YiFan miró a su lado, donde se encontraban SeHun y Lu Han de la misma guisa y vio cómo el menor parecía estar en peor estado que ZiTao.

—¿Habéis comido algo? —cuestionó.
—Unas barritas que tenía conmigo —susurró ZiTao—. Bebimos un poco de agua también.
—Voy a llamar a una ambulancia.

YiFan sacó su teléfono móvil del bolsillo sin dejar de sostener a ZiTao y marcó el número de urgencias, para que desde el hospital más cercano mandaran una ambulancia al instituto. Una vez terminó de hablar con ellos, afianzó a ZiTao para que no le sucediera nada mientras caminaban afuera, ya que allí no podían quedarse si no querían llevarse una buena reprimenda. Tendrían que inventarse alguna mentira sobre lo que había sucedido para contarla a todo el mundo, pero era mejor hacerlo cuando los dos chicos estuvieran recuperados.

—ChanYeol —llamó—. Carga a SeHun en tu espalda y salgamos de aquí ya. La ambulancia viene para acá.

En unos segundos, el sótano se convirtió en un caos y solo quedó en silencio de nuevo cuando todos salieron de allí, borrando cualquier rastro de su presencia en el lugar y cerrando la puerta al salir. Fue complicado hacer el recorrido a la inversa con dos pesos muertos, pero YiFan y ChanYeol lo hicieron lo mejor que pudieron hasta atravesar la valla y salir del instituto. Todos acababan de cruzar por el agujero cuando las sirenas de la ambulancia comenzaron a escucharse en el vecindario. Sabiendo que estando en la parte del descampado la ambulancia no los iba a ver, YiFan pensó que lo más sensato era que alguien les avisara que estaban allí.

—MinSeok, ¿te importa ir hacia la ambulancia y que vengan ellos aquí?
—Voy —y diciendo aquella palabra, el chico salió corriendo.



Varias horas después, se encontraban todos en la sala de espera del hospital. SeHun y ZiTao se encontraban en bastante mal estado y se los habían llevado para hacerles pruebas y para pincharles suero y que fueran comenzando a recuperarse poco a poco. El menor de todos había llegado inconsciente y ZiTao apenas se mantenía en pie, así que estaban todos muy preocupados.

Lu Han y YiFan se habían encargado de llamar a los padres para que supieran que estaban allí y que los chicos habían regresado, así que los señores Huang y los padres de SeHun y Lu Han se encontraban allí con ellos también.

En el camino hacia el hospital, los chicos habían pensado entre todos qué era lo que iban a decir a todos de lo que había pasado y de entre todas las ideas que propusieron cogieron la de JongDae, ya que era la más verosímil. Ni siquiera se habían planteado intentar contarles la verdad, ya que no los iban a creer, y porque si decían algo de lo que habían encontrado mientras buscaban a los chicos se podían meter en un lío.

JongDae se aseguró de que todos se sabían de memoria la versión oficial de aquella historia y cuando los dos agentes de policía que parecían llevar aquel caso llegaron al hospital, fue el primero en ir con ellos y hablar.

—¿Qué es lo que ha pasado? ¿Cómo los habéis encontrado? ¿Dónde han estado toda esta semana? —le preguntó el hombre y JongDae comenzó a hablar según habían acordado.
—Estábamos dando una vuelta por los alrededores del instituto —dijo—. Nos sentíamos muy intranquilos en nuestras casas no sabiendo dónde estaban nuestros amigos, así que pensamos que estaría bien dar una vuelta por el lugar por si encontrábamos alguna pista que hubiera pasado desapercibida —se detuvo unos segundos, viendo el efecto que estaban causando sus palabras en los policías—, y cuando llegamos al descampado, los vimos. Estaban echados contra la valla metálica de la escuela y se encontraban en muy mal estado, así que YiFan llamó inmediatamente a una ambulancia. De lo demás, no sé nada.
—¿No os dijeron algo? —cuestionó la mujer y él negó.
—SeHun ni siquiera podía levantar la cabeza, así que menos hablar —respondió—, y ZiTao estaba bastante desorientado, así que tampoco dijo palabra.
—Gracias por tu colaboración —le dijo ella—. Llama a otro de tus amigos para que venga, necesitamos hablar con todos por si alguno vio algo más.
—De acuerdo.

JongDae se alejó de donde se encontraban los agentes muy satisfecho con su propia mentira y deseando que todos los demás fueran igual de convincentes que él. Estaba un poco preocupado por JunMyeon, pero confiaba en que lo haría bien.



La noche se hizo eterna y entre unas cosas y otras ninguno pudo descansar más de unos minutos. KyungSoo había recargado su cabeza contra su hombro y tenía la mirada perdida observando la pared blanca que tenían enfrente mientras esperaban noticias de SeHun y ZiTao. ChanYeol de vez en cuando le acariciaba la espalda o el pelo y el chico se removía un poco para pegarse más a él como si fuera un pequeño cachorro, haciéndolo la persona más feliz del mundo, ya que cuando conoció a KyungSoo jamás habría esperado que pudiera comportarse de aquella manera tan cariñosa con él.

—¿Tienes sueño? —le preguntó y el chico asintió contra su brazo—. ¿Quieres que nos vayamos a casa? —KyungSoo negó.
—Quiero saber cómo están los chicos, no quiero irme —le respondió.

Aquellas palabras eran otra muestra de lo mucho que KyungSoo había cambiado porque cuando lo llevó al grupo por primera vez parecía un gato arisco que arañaba a todo aquel que se acercara a él. Parecía que ahora les había cogido cariño a todos, incluso a quienes lo molestaban mucho, como SeHun y ZiTao, que aprovechaban que eran compañeros de clase para ponerlo de los nervios mucho más tiempo que los demás.

ChanYeol sonrió y luego lo apretó mucho más fuerte contra su cuerpo. Quiso darle un beso, pero estando rodeados de tanta gente no era una buena idea, así que se contuvo de hacerlo y simplemente murmuró:

—Como quieras. Nos quedaremos aquí hasta que sepamos que están bien… pero luego nos iremos a dormir, ¿vale?
—Vale.



Lu Han no se podía estar quieto ni un solo segundo, así que no paraba de dar vueltas de un lado a otro intentando calmarse. Minseok lo había seguido las primeras horas, pero después se había ido a sentarse al lado de su hermanastro mientras él seguía haciendo su pequeña maratón. Al final todo había salido bien y habían encontrado a su hermano y a ZiTao, pero estaba preocupado por ellos, por si estaban bien después de tantos días encerrados en el sótano.

Cuando el chico creyó que se ahogaría en su desesperación, salió un médico a la sala de espera preguntando por su familia y por la de ZiTao. Rápidamente, Lu Han se acercó al hombre, seguido de las demás personas que estaban esperando noticias en aquel lugar.

—¿Cómo están? —preguntó sin poderse contener y sin darle tiempo al hombre para explicarse.
—Se encuentran estables, aunque tenían síntomas de desnutrición y su cuerpo necesita descanso ahora mismo, además, se encontraban bastante perdidos y no saben qué es lo que les pasó, probablemente estén en shock —le respondió—. Tendrán que quedarse en el hospital unos días para que les hagamos un seguimiento y luego se podrán ir a casa.
—¿Cuándo podremos ir a verlos? —preguntó la madre de ZiTao.
—Ahora mismo están descansando, pero cuando comience el horario de visitas podrán ir a verlos, están los dos en la misma habitación —contestó—, pero no podrán ir muchos a la vez, eso les causaría tensión.

Después de decir algunas palabras más, el médico se fue y Lu Han se quedó junto a sus padres, respirando tranquilos porque finalmente todo había sido solo un susto.

—Cariño —dijo su madre—. Papá y yo tenemos que ir a trabajar, ¿te quedas tú aquí hasta que regresemos y nos pongamos los turnos para poder venir?
—No te preocupes, mamá, yo me quedo.

Ella le sonrió y le dio un beso antes de tomar de la mano a su marido y salir de la sala de espera. Ahora que ya sabía que los dos estaban bien, Lu Han se permitió relajarse y sentarse junto a MinSeok hasta que pudiera entrar a la habitación a ver a su hermano y a contarles a los chicos qué era lo que debían decir cuando los visitara la policía.



JunMyeon lo había pasado muy mal cuando tuvo que mentirle a la policía, pero sabiendo que de aquella forma había hecho lo mejor para sus amigos. Después de aquello se había dejado caer junto a Jongdae en aquellas incómodas sillas de la sala de espera hasta que el doctor había salido y había dicho que estaban bien, quitándole un peso de encima. Se había sentido bastante más aliviado, pero no quería irse de allí hasta que no le diera un abrazo a los chicos. Quizás ellos se resistieran como siempre hacían cada vez que él quería ser cariñoso, pero no iba a cejar en su empeño porque lo había pasado muy mal por ellos.

—¿Te encuentras bien, JunMyeon? —le preguntó JongDae y él asintió.
—Solo estoy un poco cansado —respondió—. Hemos llevado una semana de infarto y ahora mismo creo que las fuerzas me están abandonando poco a poco.
—Puedes echarte una siestecita en mi hombro —murmuró—. Te despertaré cuando podamos entrar a ver a los chicos.
—¿Lo harías? —cuestionó sin fiarse ni un pelo de su chico.
—¿Cuándo no he hecho yo algo que te hubiera prometido? —cuestionó indignado.

JunMyeon repasó rápidamente su vida en común, descubriendo que en las cosas serias jamás lo había abando —y en las menos importantes tampoco—. Quizás le gustara demasiado bromear y utilizarlo a él como blanco de sus bromas preferido, pero después de todo era alguien cálido y cariñoso que haría cualquier cosa por él.

—Nunca —contestó finalmente—. Siempre has estado ahí, gracias —le dio un disimulado beso en la barbilla y luego se echó en su hombro, cerrando los ojos unos momentos y abandonándose al mundo de los sueños.



Después de estar en la sala de espera lo que a KyungSoo le pareció una eternidad, finalmente les dejaron entrar a todos para ver a los chicos en su habitación. Horas antes, los señores Huang, Lu Han y la policía habían ido a verlos, pero ellos no habían podido hasta aquel momento. Cuando KyungSoo se levantó de la silla, sintió que se le había quedado el culo cuadrado con la forma del asiento y que se le había dormido una pierna, pero se agarró al brazo de ChanYeol para poder caminar a su ritmo y llegar junto a los demás a la habitación.

Tenía muchas ganas de ver a los chicos porque ellos, junto con ChanYeol, eran lo más parecido que tenía a unos amigos, con los demás no tenía tanta relación, aunque también suponía que se habría sentido igual si hubiera desaparecido cualquiera de ellos.

Cuando entraron a la habitación se dieron cuenta de que los señores Huang no estaban y que no había ningún médico a la vista, así que no tardaron ni dos segundos en ir todos al tropés a abrazar a uno o a otro para demostrarles lo mucho que los habían echado de menos.



Después de casi dos días sin dormir y de pasarse demasiadas horas en una sala de espera con los nervios a flor de piel, YiXing se sentía completamente agotado, así que, en cuanto terminó el horario para las visitas del hospital, se dirigió con YiFan al exterior y se montaron en un autobús que los dejaba cerca de su casa. YiFan no quería volver todavía a su casa, así que se quedaría con él un poco más de tiempo.

—Estoy contento de que haya acabado todo bien —murmuró, mirando por el cristal cómo las farolas se iban encendiendo y la noche comenzaba a caer sobre la ciudad—. A veces pensaba que no conseguiríamos nada.
—Lo hemos conseguido gracias a ti —le respondió YiFan. YiXing pudo ver una sonria en sus labios a través del cristal, que con la oscuridad de fuera había comenzado a actuar de espejo—. Si no hubieras hecho reflexionar al espírituo no habrían vuelto con nosotros.
—Exageras…
—Para nada —YiFan le pasó un brazo por los hombros y lo atrajo hacia él—. Eres increíble —murmuró y, aprovechó que solo estaban ellos y el conductor para darle un corto beso en los labios.



SeHun todavía se sentía muy cansado, pero tenía que ir moviéndose un poco y tenía que comer la insípida comida del hospital para poder ganar algo de peso si quería salir lo más pronto posible de allí. El chico se incorporó con la ayuda del enfermero que había ido a llevarles las bandejas del almuerzo a ZiTao y a él y luego cogió la cuchara para comer aquella especie de papilla extraña. No sabía a nada y el chico sentía que su cuerpo necesitaba algo más de alimento, pero era lo único que le daban allí, así que comió lo más rápido que pudo y luego se dejó caer sobre las almohadas.

No habrían pasado ni siquiera dos minutos cuando ya tenía a ZiTao en su cama, pidiéndole un poco de espacio que él le dio con gusto. Desde que se podían mover más o menos bien pasaban más tiempo en la cama del otro que en la propia. Se habían acostumbrado a estar juntos las veinticuatro horas del día y se les hacía muy difícil estar separados, aunque solo fueran un par de metros. Eso era algo que tenían que ir solucionando, pero por el momento, no tenían fuerzas para ello. Lo habían pasado demasiado mal en aquel sótano.

—¿Lo que me dijiste allí abajo… fue real? —cuestionó casi con miedo, recordando el momento en el que se habían declarado.
—Por supuesto que sí, Hunnie —le respondió, dándole un corto beso en la mejilla—. Te quiero… y ahora que por fin estamos fuera de allí, haré todo lo posible por demostrártelo —SeHun asintió, con una sonrisa de oreja a oreja—. ¿Tú me quieres a mí?
—Sí, más que a nadie —contestó.
—¿Más que a tu hermano?
—Sí —sonrió—, pero eso no hace falta que él lo sepa.

mrs daisy

4 comentarios:

  1. Estoy contenta que por fin JongIn pueda descansar en paz y al fin unirse en el mas allá con su amor BaekHyun.
    Realmente SeHun y ZiTao fueron rescatados. Me gusta que a pesar del mal momento que tuvieron que pasar, eso al menos los hizo estar mas unidos y ahora pueden comenzar algo puro y verdadero entre ellos.Obviamente sin que LuHan se entere que perdió el primer lugar dentro del kokoro de su hermano.
    Todos tuvieron que afrontar muchos cambios y enfrentar sus temores que gracias al sentirse acompañados lograron superar,pero el cambio de KyungSoo en ese sentido creo que es el mas destacable y hermoso. Por fin es parte de un grupo que lo acepta y quiere como es y sin decir que tiene a su amor apoyandolo en todo y que fue de gran ayuda para èl.

    La disfrute muchísimo esta historia. Gracias por compartirla y espero que siempre encuentres ánimos para escribir. ;)

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    1. Por fin podrá descansar en paz y reunirse con BaekHyun, que lleva demasiado tiempo esperándolo.
      Fueron rescatados, sí. Después de todo lo que han pasado yo creo que no se van a volver a separar, por mucho que eso le moleste a Lu Han XD
      KyungSoo fue el que más progresó durante esta historia, fue aceptado por todos y tuvo sus momentos con su amorcito XD
      Me alegra mucho que te haya gustado esta historia ^^ Gracias a ti por acompañarme en este viaje, ya estoy preparando más cositas para seguir subiendo al blog <333

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  2. Waah! ¡Qué buen fan fic! Tiene una gran historia y esta súper bien escrita. Realmente me encanto. Me había perdido debido a que aún la estaban escribiendo (o subiendo) pero realmente valió la pena. Gracias por esta gran historia

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    1. Me alegra mucho que te haya gustado y soy muy feliz por tus palabras <333 Muchas gracias a ti por leerla hasta el final y comentar este trabajo <33

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