martes, 7 de junio de 2016

(Zelo x girl) So stupid -Serial- Capitulo 7 [Final]


-Tranquilízate, todo va a salir bien…

Zelo se hablaba a sí mismo mientras caminaba por la calle. Yundae, le había hecho una llamada, citándolo en una de las plazas más grandes que había en la ciudad. Él ya suponía que sería para efectuar su plan, y por eso iba tan nervioso.

Se había cambiado de ropa, a una más que descubriese quien era él, y no un simple periodista. Sería muy estúpido saber que te van a fastidiar la vida en meterse de pleno en las fauces del lobo, pero los chicos, habían creado un plan para que ellas no se saliesen con la suya. Él había estado de acuerdo, e incluso, estuvo muy animado para hacerlo, pero ahora, solo frente al peligro, lo dudaba.

-No. No puedo tranquilizarme, no soy capaz…



Se detuvo en mitad de la calle, y un hombre estuvo a punto de chocar con él con su repentina parada. Le sudaban las manos, y su respiración estaba demasiado agitada ¿Qué culpa tenía él de todo eso? Le habían hecho pasar unos malos ratos, y parecía que estos no acababan nunca.

Su móvil empezó a sonar en su bolsillo, y con manos temblorosas, lo cogió.

-¿Qué pasa? –Preguntó a Moon con una voz temblorosa, como sus manos.

-Tío, relájate, nosotros ya estamos aquí, y ella también, así que mueve tu traserito y ve derechito hasta acá –La voz de su amigo, le tranquilizó, un poco. Pero el hecho de saber que ella ya estaba allí también, le causaba algo de pavor.

Intentando no pensar, volvió a caminar. Cuanto antes llegara, antes pasaría todo y antes todo volvería a la tranquilidad. Pero preguntas, como si todo saldría o no, le avasallaban la cabeza, ahogándolo entre nervios.

Por fin había llegado a la plaza donde habían quedado. Miraba a los lados, y veía a los periodistas que estaban con las dos chicas. Los reconocía de haberlos visto. Pero entre ellos vio a algunos de sus compañeros. Y al fondo, estaba Yundae, con un bonito vestido verde, que le llegaba hasta las rodillas.

Las manos le sudaban el doble de lo que siempre le habían sudado. Se las frotaba con la tela de sus vaqueros, por si conseguía secarlas, pero algo le decía que iban a seguir sudándole.

Cuando ella lo vio, levantó una mano, para saludarle. Él solo se limitó a ofrecerle una triste sonrisa, forzada.

-Hola, Zelo. Lo siento por todo lo ocurrido, no pensé que pasaría tales cosas… -Yundae comenzó a decir, conforme Zelo se iba acercando con cautela hasta ella. Nervioso, se quedó a una distancia bastante prudente, pero ella al darse cuenta de ello, cortó la distancia que había puesto Zelo entre ellos dos.

-Ya, supongo que ya da igual, solo espero que se soluciones lo más pronto posible…

Yundae se limitó a asentir con la cabeza, desviando la mirada hacia el suelo. Zelo podía notar el arrepentimiento en sus ojos, pero no sabía si era por pena, o solo que lo disimulaba. Ya no sabía si podía creerla o no.

-¿Qué es lo que querías? –Le pregunta Zelo, dejando de mirarle directamente al rostro, no quería arrepentirse en el último momento.

-Bueno, quería ver como estabas –Yundae, le sonrío ahora, como si no pasara nada, y eso desquició un poco a Zelo. Estuvo a punto de decirle que ya sabía todo y que se lo estropearía y que mejor ni lo intentase, pero si lo hacía, luego no podría quedar limpio su nombre ni la imagen del grupo.

-Pues ya ves, aquí, con expectativas a que todo mejore.

-¿Ah, sí? ¿Y eso a que se debe? ¿Has visto alguna mejoría?

-Claro, ya sé porque está todos estos problemas –Cuando dijo eso Zelo, notó como Yundae dudaba, seguro que se estaba preguntando si la había pillado o no.

Yundae dio un pequeño paso hacia adelante y se hizo caer sobre Zelo. Como un acto reflejo, este estiró los brazos para cogerla, pero ella empezó a removerse, como queriendo separarse pero sin llegar a hacerlo.

-¡Suéltame! No me pegues, más, suéltame –Gritaba mientras se removía, con una expresión en su rostro de estar sufriendo. Zelo no sabía qué hacer, su mente se había bloqueado, su cuerpo no reaccionaba.

-¡Eh! ¿Qué pasa aquí? –Un agente de policía apareció, en ese momento, acercándose hasta ellos, por el espectáculo que estaba formando Yundae, que hasta la gente que había a su alrededor se habían girado para ver que estaba pasando.

-¡Agente! ¡Este chico lleva abusando de mi mucho tiempo y ya no sé qué hacer! –Yundae era muy buena actriz. Se había lanzado a los brazos del policía, haciendo la víctima.

-¿Eso es verdad? –Preguntó el policía, mirando ahora, de arriba abajo, al pobre Zelo que los miraba sin saber que decir.

-Claro que sí, agente, mire estas fotos.

Uno de los periodistas, el que había saludado desde un principio a Zelo cuando estaba disfrazado, se acercó hasta ellos y le mostró una foto que había tomado de los dos, desde un ángulo que parecía que estaba acosándola de verdad.

-Oh no –Yongguk apareció tras los policías, con una cámara también en la mano, tras él, los demás.- Mire esta foto, agente. Claramente, se muestra como ella cae sobre él y disimula. Es más, estoy claro, que la joven chica no tendrá ni un solo moratón, ni marcas hechas por Zelo.

El policía, se quedó mirando fijamente la imagen que Yongguk puso delante suya, y entonces fue cuando empezó a dudar, pero no terminaba de encajar las cosas.

-¿Entonces por qué motivo haría la chica para hacer creer que le está acosando?

-Por el simple hecho de que lleva unos días, junto con una amiga, aprovechándose de él para joderle la vida. Tan simple como eso –Moon aclaró todo directamente, con los brazos cruzados sobre su pecho.

Yundae se había incorporado mejor, y miraba a los amigos de Zelo, sin esperárselo. Zelo la miraba a ella, apenado, pero a la vez al policía, por si le creía o no. Que era lo que más miedo le daba en este momento.

-A ver, que aquí se aclaren las cosas –Impuso el policía. La gente los rodeaban, curiosos todos por saber que estaba pasando. Algunos reconocían a Zelo y a los demás, y sabían que podía pasar, otros no. El policía, levantó una mano, para señalar con un dedo a Zelo.- ¿Tú eres el chico que sale en las noticias jugando con dos jovencitas?

-Sí, soy yo. Pero nunca he jugado con ellas. Más que nada porque a la otra chica no la conozco de nada, solo de acosarme en una fiesta del padre de ella –Ahora Zelo, señaló a Yundae, que se encogía sobre sí misma por momentos.

-Señorita ¿eso es verdad? –Le preguntó el policía.

-Yo…

-¡Pues claro que es verdad! –La amiga de Yundae, con voz chillona, apareció, con el rostro rojo, casi sin respiración, como si hubiera llegado corriendo.- ¿A caso no ve que cara de pervertido tiene Zelo, señor policía?

Cuando el policía la vio llegar, la miró sin entender. Pero ahora dirigió la mirada a Zelo, y tras unos segundos, que fueron eternos para este, el policía negó con la cabeza.

-No, no me parece que tenga cara de pervertido.

Zelo suspiró aliviado al escucharlo, y vio la cara de frustración de la irritante “fan” que lo acosaba, pero parecía que no se daba por vencida de ninguna manera.

-¡Pero él está jugando con nosotras dos! ¡Solo nos usa y nos acosa para su disfrute, dejándonos como dos pobres chicas indefensas y humilladas a los ojos de todos! –Gritaba como una histérica, asustando hasta al propio policía.

-¿Tú que tienes que decir respecto a estas acusaciones? –Preguntó al agente, dirigiéndose ahora a Zelo.

-Pues que todo es una gran mentira.

-¡Eso no es verdad! ¡Esta es la realidad! –Seguía insistiendo la chica, dando golpes con el talón en el suelo, mientras apretaba los puños.

-No, agente. Esto es todo un montaje, por venganza de algo que no depende de mí.

-¡Deja de mentir!

-Es así. Estas dos chicas quedaron con unos periodistas, para que sacaran fotos de un ángulo que pareciera que la acosaba, para así culparme. Como han estado haciendo en los otros momentos estos días atrás –Zelo hizo una pausa para ver a las dos chicas. Yundae lo miraba con una mirada arrepentida, y a la otra chica, parecía que le iba a reventar la cara, de lo roja que la tenía por momentos.- Lo sé porque he estado presente, entre periodistas, cuando ellas les han dicho de realizar esto y así, poder tacharme de acosador, y de ir a la cárcel…

-¡Pero qué…!

-¡Ya, para! –Yundae, puso una mano en la boca de su amiga, callándola así.- Yo lo explicaré… Sí, todo esto es un montaje para pillar a Zelo y poder dejar su imagen por los suelos. Es cierto, que las dos contactamos con periodistas para que todo estuviera al día. También lo engañé, muchas veces, para así poder tener más noticias… Pero todo lo hice porque mi amiga me lo pidió… -Se detuvo un momento, para poder ver como su amiga, seguían encendiéndose.- Su hermana lo pasó mal porque Zelo no le pudo hacer mucho caso en una situación que se encontraron, y claro, ella como venganza, quiso aprovechar que vendría Zelo a una fiesta que realizó mi padre, y empezó para dejarlo mal… y se le fue de las manos, queriendo más o más para humillarlo… y me juntó a mí, porque me llevaba bien con Zelo…

El silencio se hizo entre ellos. Yundae quitó la mano de la boca de su amiga, que ya se había tranquilizado un poco. Arrepentida, dirigió su mirada hacia Zelo.

-Lo siento… -Murmuró.

-Tenías que hablar, el plan nos estaba saliendo perfecto, lo teníamos ya –Aún irritante, su amiga, le gritaba, echándole en cara que se había equivocado.

-¿Pero no te das cuenta que ellos ya sabían que era todo un montaje?

-¡Era su palabra contra la nuestra!

-Eh… pero… ¿No te das cuenta que habéis confesado delante de un policía, y que nosotros, lo hemos grabado, por lo que pudiera pasar? –Moon les mostró la cámara de vídeo con la que las estaba grabando mientras observaba como la expresión del rostro de la chica cambiaba por momentos.

-Tienen razón, el colmo, es que lo has hecho delante de un policía. Así que, señoritas, estáis arrestadas por engaño, y por manchar la imagen de una persona solo por un error, con el fin de enviarlo a la cárcel –El policía, sacó un walkie talkie para comunicar por este, a alguien que lo pudiera ayudar para llevarse a las dos chicas.

Tras hacer eso, sacó unas esposas, y las puso alrededor de las muñecas de la amiga de Yundae, que no dejaba de decir cosas incoherentes, intentando conseguir que la soltaran o creyeran que era inocente, pero poco podía hacer ya.

Yundae no apartaba la mirada de Zelo. Ninguno sabía que decir. Y a Zelo le seguían sudando las manos, y por más que las frotase en su pantalón, seguían sudadas.

-Lo siento… Por todo… Pero de verdad que yo te aprecio y quería… Vernos más… -Fue lo único que Yundae pronunció antes de que el policía tirara de ella y se la llevase. A Zelo ni si quiera le dio tiempo decir algo respecto a lo que le había dicho.

Él y sus compañeros se quedaron allí, observando cómo se las llevaban, pero sin decir nada. Los periodistas a su alrededor, se iban, con protestas por no haber tenido su gran noticia, pero por lo menos, no se fueron sin nada.

Al día siguiente, estando ya en casa, todos reunidos, veían las noticias. Destapaban todo el plan de Yundae y la psicópata de su amiga para dejar mal a Zelo, su imagen y la de su grupo entero y así ganarse ellas una fama.

También hablaban de como todos se habían disculpado por Zelo, incluso las fans que se habían puesto en contra y que su nombre estaba limpio y el de su grupo.

-Bueno, mira el lado positivo, compañero –Moon le dio una palmada en la espalda a Zelo.

-Sí, eso es bueno, pero las mentiras y los malos momentos me los he llevado bien –Murmuró Zelo, con una voz medio apagada.

-Eh, eh, nada de ponerse mal ¿eh? –Yongguk llamó la atención de todos, apareciendo en la sala.- Si es por tu cariño hacia Yundae, he de decirte que cuando se la llevaron, se la veía muy arrepentida por todo. Estoy seguro que ella no quiso hacerlo, simplemente se vio obligada por su amiga.

-Y yo creo que no estará mucho en la cárcel ¿Sabes? Ella no fue el cerebro de la operación, y estaba demasiado arrepentida. Tal vez unos meses y estará fuera –Hincham también participó en la conversación, animando y llenando a Zelo de esperanzas.- Y seguro que cuando salga, te buscará.

-¿Estás seguro?

-Segurísimo.



***

-No pensaba que… Me buscarías…

-Seguro que sí –La sonrisa que después de seis meses que lucía Yundae en el rostro, era diferente a las otras sonrisas que había visto. Esta era mucho más sincera.- He estado pensando mucho en ti durante estos meses y no he deseado más que otra cosa que salir y poder verte.

-Yo también he pensado mucho en ti… -Zelo, agarró su mano con cariño, mientras caminaban por la calle.

Daban un tranquilo paseo, dispuestos a ser sinceros, sin nada detrás y poder pasar el tiempo juntos, de verdad. Y no con otros fines. A Zelo, le seguían sudando las manos por los nervios de estar de nuevo a su lado.

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