martes, 7 de junio de 2016

(CLTiff) De desfile -Serial- Capitulo 3


Nota: ¡Hola, hola! ¿Cómo están? Yo os traigo de nuevo un nuevo capitulo entre la historia de CL y Tiffany. En este capitulo, no hay un encuentro entre las dos, pero si hay un momento decisivo en la historia con CL y su pequeño paso para conseguir lo que quería. Como siempre, espero que les guste este capitulo y la historia. Y también quiero sus comentarios, diciendo lo que os gusta, y si no os gusta algo, también, me lo decís de manera constructiva para que yo pueda mejorar. Y si queréis un fic solo para vosotros, solo tenéis que pedirlo, siguiendo los pasos que os indico aquí. También podréis enviar vuestros fics, que serán publicados en el blog, si os interesa, aquí se os indica como hacerlo.

¡Gracias por leer!

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La habían revisado varias veces, pero estaba perfecta. Ella misma se veía perfecta. Ya estaba más que lista para hacer aquello que tenía que hacer pero que ni ella sabía que tenía que hacer.

La misma chica que se había encargado de su maquillaje, la sacó de allí, guiándola por unos estrechos pasillos abarrotados de personas. Quería preguntar por Tiffany, que había desaparecido sin decir siquiera que se iba. Pero no se atrevía a hacerlo, y cuando lo iba a intentar, era como si nadie la escuchara.

Entraron en una pequeña estancia. No espera estar en un lugar como ese en toda su vida, y por los instrumentos que había por toda la sala, pudo suponer de qué se trataba la prueba que tenía que hacer.

Había difusores y reflectores por todos lados. Un gran foco iluminaba una pared cubierta por un papel color blanco que lo ocupaba todo. Al otro lado de la estancia, había una maquinaria muy diversa, y un pequeño tocador con maquillajes y diferentes cosas que CL no llegó a ver de qué se trataban exactamente.

-Hola, disculpa, yo voy a ser el encargado de sacarte todas las fotografía –Se presentó un hombre que llevaba entre sus manos una gran cámara. Al fijarse en la marca y el modelo, CL pudo deducir que se trataba de un modelo muy caro y bueno.

-Encantada –Con una leve inclinación y una bonita sonrisa en el rostro, CL le devolvió el saludo.

El que iba a ser su fotógrafo, le indicó con un gesto de su mano, que se pusiera ante los focos, con el fondo blanco tras ella. No se hizo de esperar y se colocó donde le dijo, mientras la maquilladora la seguía, para hacer unos retoques de último momento.

Suponía que esa sesión de fotos sería la prueba que Tiffany le había comentado que debería hacer, pero nadie le había explicado nada. Simplemente, la habían llevado hasta allí y le pedían que hiciera cosas, pero ¿y si esa en verdad no era la susodicha prueba? No lo sabía, pero siempre había querido hacerse una sesión de fotos, así que le daba igual si lo era o no.

Tomó su tiempo el capturar las imágenes de CL. Pero no fue porque no fuera buena posando o supiera salir bien en las fotos, sino, todo lo contrario. Era una chica fotogénica, y salía en todas y cada una de las fotos como si fuera de en sueño, así que el fotógrafo, decidió echarle más fotos de las que se habían pensado.

Pero de eso CL no estaba enterada.

Ella solo hacía lo que le pedían. Que posara de una manera, y ahora de otra. Que se pusiera de lado, y ahora que sujetara esto y lo otro. Que sonriera o pusiera una mirada seductora. No era consciente, de que todos estaban maravillados de lo bien que lo estaba haciendo. Tal y como si fuera una profesional que llevaba toda su vida haciendo eso tantas veces, que le resultaba como un paseo. Pero para CL no era así. Lo estaba pasando como una niña pequeña el día de Navidad cuando encuentra juguetes nuevos de bajo del gran árbol que decoraba su casa.

Una vez terminó, les dio las gracias a todos por el trabajo. El fotógrafo, la llamó, y se la llevó a parte.

-Quiero enseñarte algo –Le comentó este, haciendo que se sentara frente a un equipo con diferentes botones, y su pantalla.

-¿De qué se trata? –Preguntó CL a la vez que se sentaba donde le indicaba.

-La verdad, es que nunca antes he disfrutado tanto haciendo fotos, y quiero que las veas –Con pulsar varios botones, las imágenes que le había sacado, salieron ante ella.

Una a una, el fotógrafo, le enseñé todas las fotos que había tomado. Le dijo que algunas se borrarían, y solo tomarían las mejores, pero que la elección estaba bastante complicado, ya que salía fabulosa en todas las imágenes.

Cl no era capaz ni de reconocerse. No parecía que fuera ella misma en esas fotos. No era consciente de que en cuestión de segundos, todo el corporativo sabía lo perfecta y fabulosa que salían en las imágenes. Todos comentaban que había nacido para eso, otros decía que era por los focos y otros simplemente no lo creían hasta que vieran las fotos.

A pesar de recibir felicitaciones, de que la piropearan, CL no dejaba de preguntarse que donde estaría la diseñadora. Ella quiso que estuviera allí, ni si quiera le confirmaron si esa era su prueba o tenía que hacer algo más. Solo esperaba que ella estuviera a su lado, pero seguía sin saber nada sobre ella.

Una mujer muy bien vestida con un traje de chaqueta color escarlata, una camisa blanca, y una alta coleta de caballo se le acercó, con una gran sonrisa en el rostro donde enseñaba todos sus blancos y no muy perfectos, dientes.

-Enhorabuena, CL. Has salido muy hermosa en todas las fotos. Pareces una experta en esto. Me gustaría felicitarte también, porque esta era la prueba que te ponía Tiffany. Si sabias sobre llevar la sesión de fotos y salías como una diosa en ellas, ella te ofrecía quedarte a su lado.

-¿Entonces la he superado?

-Y con creces. Además, yo seré tu representante y me encargaré de todo. Solo necesito que revises el contrato y si estás de acuerdo, que lo firme –La mujer le tendió un folio escrito con tinta. Muchas letras pequeñas veía CL.- Por cierto, mi nombre es Jiyeon.

-Encantada, Jiyeon, ¿me podrías hacer un resumen de lo que dice este contrato, por favor? –Le pidió, con el papel en la mano. Quería saber de lo que hablaba aunque luego lo leyera por encima.

-Sí claro. Lo primero dice que aceptas trabajar para el corporativo, para la empresa, la cual pertenece a Tiffany. Que serás su modelo principal, viajaras con ella, participaras en sus sesiones más importantes y siempre aparecerás en las pasarelas con el mejor vestido que ella haya hecho. También habla de que aceptas que yo sea tu representante, tus derechos como empleada al igual que tus deberes, tu pago y cuando se te dará. También necesito tu cuenta bancaria para ingresar el dinero. Y supongo que el detalle de que estarás constantemente con Tiffany, te alegrara ¿no?

CL miraba de arriba abajo el contrato a la vez que hablaba Jiyeon. Cuando la cantidad de dinero que le darían como sueldo cada mes, casi se cae. Nunca había pensado que existieran sueldos con tal suma de dinero. Y mucho menos que ella sería quien tendría ese sueldo.

Le dijo a su futura representante, que lo leería un poco más, y que por ese momento lo firmaría. Jiyeon la dejó tranquila, y le indicó que podría ir a cambiarse de ropa si quería y visitar la cafetería. Cuando estuviera preparada, solo tenía que ir al despacho de Tiffany y su secretaria se encargaría de recogerle el contrato y la cuenta bancaria y demás datos que eran necesarios.

Cuando salió de la sala donde fue la sesión de fotos, una oleada de emoción y felicidad inundó su cuerpo. Pero estas sensaciones no tardaron en dar paso a un miedo que poco a poco le gana terreno a la felicidad.

Decidió no pensar en nada que le causara daño o le provocara estar triste. Sacudió su cabeza haciendo que su pelo revolotease a su alrededor. Tenía que disfrutar del momento.

Volvió al vestuario, y saludo a todos, quienes le felicitaban. Con ayuda de las chicas que la vistieron antes, le quitaron el vestido para que estuviera más cómoda y no se estropease el modelo. Ahora con su propia ropa y más cómoda, salió, con el contrato en su mano, hacia la cafetería.

Le parecía haberla visto cuando siguió a Tiffany hasta allí. Así que bajó por las escaleras hasta llegar al primer piso. Una vez allí, recorrió el interminable pasillo, hasta que un gran cartelito donde se podía leer “Cafetería” y mucha gente a la entrada de esta, le hizo parar.

Entró curiosa por saber cómo era la cafetería de un lugar como aquel.

Las paredes estaban forradas con un papel de grandes flores purpuras. El techo pintado del mismo color, mientras que las mesas y las sillas eran de un color negro, aunque con detalles morados. Incluso la barra tenía detalles del mismo color, pero predominaba sobre todo el plateado.

La cafetería estaba abarrotada de gente que hablaba entre sí. Y por lo que pudo escuchar, la mayoría eran sobre problemas de administración o de citas que tuvieran.

Era un ambiente totalmente donde se trataba el tema de la moda, y eso, la hacía sentirse como en casa.

Dispuesta, se sentó en una de las sillas altas que estaban en la barra. Miraba a todos lados estudiando todo hasta el mínimo detalle, hasta que una bonita chica que parecía ser la camarera se le acercó.

-¿Qué deseas?

-Un café con leche, por favor

La camarera solo asintió con la cabeza. Parecía estar estudiando a CL. Ella lo comprendió. Era la primera vez que iba allí, y a la pobre chica le parecería extraño. Si ella hubiera estado en su lugar, también hubiese reaccionado de esa manera.

No se hizo mucho de esperar su café. Cuando la camarera lo puso ante ella, lo pagó directamente. Vertió el contenido de la bolsita de azúcar en la taza y lo removió muy bien. Parecía caliente, pero ella se acercó la taza a los labios, y bebió un sorbo de ese café. Estaba realmente delicioso.

Se relamió y puso el contrato frente a ella. Comenzó a leerlo y ponía exactamente lo mismo que Jiyeon le había comentado. Revisó hasta la letra más escondida en todo ese documento, pero no había nada que su futura representante no le hubiera comentado.

Ahora que lo pensaba, no se imaginaba ella con una mánager. Sería muy raro pero a la vez la entusiasmaba.

-Tú cara me suena –Alguien se dirigió hacia ella, interrumpiendo su lectura. CL levantó la mirada del papel para poder ver a la hermosa chica que estaba ahora a su lado. Era la más hermosa que había visto nunca antes.- ¡Ah, sí! Estuviste en las pruebas, pero no recuerdo haberte visto ayer en la reunión de las que estábamos aceptadas ¿qué haces aquí?

-Me han llamado para ofrecerme un contrato –Le responde CL con una sonrisa en el rostro. Quería ser amable, si ella estaba allí por el concurso podría tener una amistad.

-Ya… Y yo me lo creo ¿no? –El tono de voz de la chica cambió radicalmente, al igual que la expresión de CL.

-Deberías creértelo.

-Para nada. Los puestos de modelos están ocupados. Y yo soy la modelo principal para la moda de Tiffany, así que tú sobras –Dijo la chica con un tono superior. CL podría jurar, que la miraba como si estuviera muy por debajo de ella.

-Bueno, eso ya se verá –Le dedicó una suave sonrisa, y volvió a mirar su contrato, como intentando decirle que no tenía ninguna intención de seguir hablando con ella. Pero la chica se sintió ofendida.

-Mientras te esté hablando, a mí me miras a la cara –Estiró una mano, y le quitó a CL el contrato. Esta se quedó helada ¿qué poder tenía ella de quitarle algo suyo?

-Devuélvemelo.

-Vaya, un contrato. Y bastante bueno, que pena que no lo vayas a presentar.

-Claro que sí lo voy a hacer –CL no entendía que estaba diciendo, pero se levantó de la silla para intentar recuperar su contrato.

-No. No lo vas a hacer –La irritante chica, cogió el contrato con las dos manos, y con un brusco movimiento, rompió el papel por la mitad en la cara de CL.

CL abrió los ojos mucho por la sorpresa de que hiciera eso una chica que ni la conocía ¿A qué venía hacerle eso? Sabía que aunque le pidiera una explicación no se la daría. Ahora sabía qué tipo de persona era, y sabía que con ella no habría ninguna explicación. Harías las cosas tal y como ella quisiera porque estaba muy por encima de todos.

-Ahora, ya puedes volver a tu casa –Rompiendo el contrato en más partes, lo lanzó al aire, con una sonrisa de satisfacción que no le cabía en el rostro.

Tal vez se esperaba que CL se fuera llorando o que se derrumbara, pero no ocurrió eso.

Recuperó la taza de café que se estaba bebiendo, y vertió todo el café aún caliente sobre la chica, empapándola completamente. Esta se retiró un poco, ahogando una expresión de sorpresa.

-Vaya, lo siento, te he manchado, que penita –Y con una mueca de lastima fingida, CL se marchó de la cafetería.

Ya fuera escuchó los gritos de la otra chica irritante maldiciéndola y quejándose de que había manchado su precioso conjunto. Tampoco era para tanto, era muy feo.

Puede que hubiera roto su contrato, pero ella no le iba a dar el gusto de rendirse de esa manera. Estaba segura que Jiyeon tendría una copia. Y no solo eso, si no que quería algunas explicaciones de todo.

Si esa chica le dijo que sería la modelo principal de Tiffany y Jiyeon le dijo a ella lo mismo ¿Cuál era la verdad de todo?

Sin pararse a esperar que pasaba en la cafetería, recorrió el interminable pasillo, leyendo los carteles de las puertas. Algunas personas que estaban por allí se quedaban mirándola ¿por qué?

Y cuando salió a la recepción para preguntar sobre Jiyeon, se encontró un cuadro muy grande colgado en una de las paredes de la entrada. No era nada más ni nada menos que ella. Era una de las hermosas fotos que se había hecho momentos antes.

Eso sí que era una sorpresa. Y segura que a su nueva “amiga” le gustaría. Sonrió de manera irónica.

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