miércoles, 11 de septiembre de 2013

(YeWook) Seré tu sombra -Serial- Capitulo 8



Un escalofrío recorrió el cuerpo entero de YeSung. No de placer, ni de gusto. Ni tan si quiera por RyeoWook. Era por otra cosa.

Se despegó del cuerpo del menor. Se quedó muy paralizado, con la mirada perdida y el entre cejo fruncido. Wook lo miró muy extrañado, se había separado de él sin más ¿había hecho algo mal? o ¿lo estaba usando?

-JongWoon... ¿Que pasa?

-Sh.

RyeoWook seguía observándolo sin entender lo que estaba pasando. Justo cuando iba a volver a decir algo, YeSung se abalanzó sobre él.

Ya sabía porque aquella sensación y cogiendo en brazos a un Wook muy desconcertado, abrió una de las ventanas. Se asomó por esta, subiéndose al alfeizar, para poder observar  cuanta caída había hasta el suelo. Era bastante grande. Wook iba a preguntar porque estaba haciendo todo aquello, a ver si lo que estaba haciendo era raptarlo y su cuerpo seguí casi paralizado y sus palabras no salían de sus labios. Levantó la cabeza, para que solo le pudiera dar tiempo a ver como forzaban la puerta de su casa. YeSung se dio cuenta, y sin pensárselo mucho más, comenzó a subir lo más rápido posible por una cañería.

Sabía que ahora estaría vigilado, pero no que fueran empezar a hacerlo tan pronto. No tenía ningún plan. Por ahora, llevar lo más lejos posible a su pequeño ¿pero a donde? Sin detenerse, comenzó a correr por los tejados, saltando de uno a otro. Wook no entendía muy bien lo que estaba pasando ¿por qué aquella reacción? Cuando notó como se movía, la velocidad que podía alcanzar, un frío se apoderó de su cuerpo. Aquella noche hacia frío, y encima así... Iba a atreverse a preguntar algo, pero pudo ver como una sombra o varias sombras, no las distinguía bien, los seguía, aunque algo lejos. Se asustó. ¿Quien los seguía? De aquello, también se dio cuenta el mayor que estaban siguiéndolos y se atrevió a correr algo más rápido. A su paso, muchos de los tejados se hundían, no le importaba mucho, pero le dificultaba en cierta manera el correr.

YeSung se dio cuenta, que no podía seguir corriendo, que los acabarían cogiendo. Tenía que buscar una manera ¿pero como?

Intentó, bajar hasta el asfalto, una calle desolada por obras, con cuidado de que el menor no cayera al suelo. Se internaron entre callejones y calles, con la intención de hacerlos perder de vista. Pero seguía escuchando como los seguían, no le quedaba más opción. Cerca de donde se encontraban siempre solía haber unos enormes contenedores de basura, que apestaban, a cualquier vampiro con el olfato bien, le molestaría aquel horrible olor a basura, a muerte a putrefacción, como a cualquier ser, pero no le quedaba otra opción.

Fue dirección a aquel lugar y parando, sin pensárselo, lanzó a su menor entre toda aquella basura, cubriéndolo entero.

-No te muevas de aquí hasta que venga a por ti, no es agradable, pero aguanta, por favor.- Yesung, sin decir nada más, volvió a desaparecer entre la oscuridad de la noche y de las calles. RyeoWook había quedado oculto entre basura, rodeado de a saber que cosas. Cerró los ojos con fuerza, y decidió mantener su mente ocupada mientras su mayor volvía y para evitar pensar en ese olor que se le mentía por la nariz y lo hacía casi vomitar. Era realmente asqueroso.

No tenía ni la más mínima idea de que estaba pasando, pero de quedarse allí no lo cumpliría. Esperaría un momento, pero no se iba a quedar oliendo a.. No sabía ni como describirlo. Y cuando volviera su mayor le pediría una buena y razonada explicación. Había entrado en su caso, tras haberlo raptado antes y desnudado, claro, luego le había intentado meter mano, lo había sacado de su casa a la fuerza, los perseguían y él no sabía nada y ahora, lo metía entre basura, dejándolo solo.

Un profundo y pesado suspiro atravesó sus labios. tenía algo de sueño y el frío había comenzado a calar sus huesos. Se acurrucó y deseó con todas su fuerzas que su mayor volviera. Al fin y al cabo, le gustaba, lo admitía, era hermoso y tentador.

***

Con paso lento, entró en el interior de aquella morada. ¿A qué habrá ido Yesung allí? ¿Qué buscaba?

Parecía que allí habitaba alguien, pero no había rastro del dueño. Yesung se lo habría llevado cuando ha salido huyendo. Le habían ordenado vigilar lo, y se lo estaba poniendo difícil ¿qué ocultaba que no había tardado en huir de su casa? Cualquiera pensaría que venía buscando una victima con la que alimentarse, pero para ella, que lo conocía muy bien, no le cuadraba. Yesung no era un vampiro que se comportara así. No, no. Él no. Ocultaba algo y ella lo descubriría. 

Con cautela, se acercó lentamente hasta el dormitorio del dueño de la estancia. Cogió una prenda cualquiera del armario y se limitó a buscar algo que le llamara la atención. Unas pequeñas imágenes se encontraban sobre una de las paredes. Se acercó con curiosidad. Aquel muchacho que aparecía en todas las imágenes.... Ese debía ser a quien Yesung se había llevado... 

La prenda que había cogido, la acercó hasta su nariz. Aspiró aquel aroma, grabándolo en su mente, al igual que la imagen del chico.Ni él ni Yesung se iban a escapar de ella.

-Yoona, se han internado en los bosques

-¿Aún no los habéis cogido?

La voz de su ayudante no volvió a pronunciar ni un solo sonido más. Era una señal de negación. Yoona, furiosa se giró hacia él, dándole con la mano en la cara con fuerza.

-¡Incompetentes! Sois de los mejores y aún así ¿uno, cargado con un humano, puede contra cinco? -La chica gritaba, enfadada, sus ojos brillaban con ira.- Los quiero aquí, a Yesung vivo y al humano muerto.

Aquellas eran las ultimas palabras que pronuncio, habían sido aceptadas por su ayudante y en un abrir y cerrar de ojos, desapareció.

Yoona, se acercó hasta una ventana, apreciando el paisaje nocturno que la ciudad le proporcionaba. Yesung pagaría por todo. Por tratarla de aquella manera y humillarla. ¿Por qué no aceptaba su amor? Iba a ser suyo y solo completamente suyo, y cualquiera que se interponga en su camino, será eliminado.

***

En el fondo, huir le estaba resultando demasiado divertido. 

Sonreía. Le recordaba a sus años jóvenes, donde se negaba a seguir aquellas leyes impuestas por ancianos vampiros que provenían de épocas más descontroladas. Él solo quería sentirse libre, no iba a matar a nada ni a nadie, solo hacerse fuerte y poderoso. Siendo tan joven, un vampiro reciente, se había vuelto uno de los más temidos. Se saltaba las reglas, hacía lo que quería, mataba si era necesario y le hacía frente hasta a los vampiros de más alto rango y más poderosos, y de alguna manera, podía con ellos.

¿De verdad pensaban que podrían con él? Nunca había tenido un punto débil, hasta hace unos años, cuando encontró aquel niñito... Su único punto débil, pero... Lo mataron ¿no? Una malévola sonrisa atravesó su rostro. No tenían ni idea de que seguía vivo y tampoco iba a dejar que lo descubriesen. 

Sabía que aquellos vampiros habían sido mandados por Yoona, pero ahora estaban en su territorio, donde se había criado... En lo más profundo del bosque...

Subido en la copa de un árbol esperó a que el primero de sus perseguidores pasara. Al hacerlo, cayó sobre él, partiéndole el cuello de un solo movimiento, arrancándole los brazos con brutalidad, bebiendo la sangre que había en su organismo, hasta dejar su cuerpo inerte en el suelo. El segundo, acabó apareciendo tras suya, dispuesto a matarlo, pero no fue tan rápido. Con una mano, lo agarró del cuello, reprimiendo cualquier movimiento, volviendo a absorber toda su sangre con un mordisco en su clavícula. Dos menos. 

Sintió unas presencia a su alrededor. Sabía que lo rodeaban, pero.. Con una sonrisa de medio lado en su rostro, esperó a que atacaran. No se hicieron de rogar, y a la vez, los dos lo atacaron, pero Yesung se  subió a un árbol de nuevo, dejando que ambos chocaran entre sí, clavándose ellos mismo unas dagas en sus cuerpos, afortunadamente en sus tristes y viejos corazones. No estaban muertos, para nada. Solo necesitaban unas noches de descanso y nutrirse de sangre, pero eso, él no lo permitiría, se quedarían allí, hasta que el sol saliese por el horizonte y fuera quien se encargara de eliminarlos completamente, sin dejar rastros.

Oculto en el árbol, un quinto miembro apareció. Se acercó a los cuerpos con cautela, pensando que Yesung estaba muy lejos de allí ya. Examinó los cuerpos, los podría revivir, aunque costaría, tendría que llamar a... No le dio tiempo a reaccionar cuando una mano lo inmovilizaba, y con la otra  amenazaba con cortarle la cabeza.

-¿Y bien? ¿Donde está ella? -Murmuró Yesung, detrás de él. 

-No lo sé.. -Las palabras eran ni audibles, estaba asustado, sabía lo que era capaz de hacerle.

-He dicho ¿qué donde está? -Su voz se había vuelto más fría y un dolor le indicó que le había desencajado un hombro completamente.

-¡En su casa! -Gritó de manera atroz, cuando le degolló.  Yesung dejó aquellos cuerpos sobre un claro, donde seguro que los rayos del sol los alcanzaría. 

-Vampiros inútiles.

***

-Tal vez deberías buscarlos más competentes.

-Por lo menos has venido a mi.

Una risa sarcástica se escapó de la boca de Yesung. Se encontraba en casa de Yoona, había acudido allí para dejarle claro que lo dejara tranquilo, aunque por ordenes de Siwon tuviera que vigilarlo, que disintiera. Ella se encontraba con una bata de seda, sobre su sillón favorito, su melena suelta, y observando como el chico se acercaba a ella.

-¿De que ríes?

-De tu insensatez.

-Bueno, no es la primera vez que caes es ella.

No era más que un juego para Yoona, solo quería que cayera en sus redes, poco a poco lo conseguiría.

-No sigas con esto, no vas a conseguir retenerme.

-Son ordenes.

-Y tú no cumples ordenes, Yoona, solo ..

-Cuando me interesa, sí -El chico había acertado, sabía mucho de ella, tal vez demasiado.- Y tú no vas a conseguir nada.

-¿Estás segura?

-Has perdido al humano.

-Yo no he perdido nada.

-Está amaneciendo...

Yesung calló, y observó la hora que eras.. Ya había empezado a amanecer... ¿Qué hacia ahora? No podría salir en la busca de su niño, lo había dejado solo a que cualquiera lo encontrara... Temía por él...

-Ahora solo te queda una cosa por hacer... -La voz de Yoona lo sacó de sus pensamientos. Al girarse para verla, la chica se había puesto en pie y lentamente, dejó caer su bata, dejando al descubierto su cuerpo desnudo. Una sonrisa pícara se dibujó en su rostro. Ahora, Yesung la poseería y ya no volvería a irse de su lado.


5 comentarios:

  1. Nooo yesung no puede sucumbir ante toona y dejar a wook botado en la basura
    Gracias por actualizar
    Espero el prox cap ojala mas largo :(

    ResponderEliminar
  2. yesung te olvidas de wooky no lo dejes en la basura!!!!!!!!!!!!!! jejejejeje
    esperare el siguiente capitulo con ansias cuídate ♥

    ResponderEliminar
  3. Nueva lectora ^^ me enamore de tu fic <3 siguelo porfa

    ResponderEliminar
  4. x fiss publicas prontoo

    ResponderEliminar
  5. Noo noo noooo Yesung no puede dejar a Wook en la basura y meterse con Yoona.. espero actualices pronto ^^ ciao

    ResponderEliminar

¡Tus comentarios son importantes para que el blog siga creciendo!